Meses atrás compartí una nota llamada BARAJAR Y DAR DE
NUEVO. En la misma exponía una propuesta de comunicación sana, al menos en mi
consideración de lo que implica comunicarse de manera productiva.
Será mi muy abundante energía geminiana (Ascendente incluido),
la que me ha llevado desde hace mucho tiempo a ponerle tanta atención a esta
temática?
Luego de un par de episodios de in-comunicación en los que
me vi envuelto en los últimos días, sentí la necesidad imperiosa de volver a
escribir sobre el asunto.
Antes de entrar en el detalle de lo que considero pautas a
cumplir de manera irrevocable, entiendo que para poder hacer eso precisamente,
lo que necesitamos es asumir un COMPROMISO, en principio con nosotros mismos,
en definitiva con nuestros pares.
Este es mi decálogo, lo que a mí me resulta imprescindible,
lo que necesito, y lo que no puedo negociar.
~ Hablar en primera persona del singular. Eso significa que
me hago cargo de lo que me pasa, y que no culpo a nadie por sentir lo que
siento ni por haber hecho nada. “Cuando no respondiste mi mensaje, me sentí
abandonado”. “Cuando llegaste tarde a nuestra cita, sentí mucho enojo”.
~ No meterme en la Vida del otro si no me lo ha pedido. No
dar consejos a alguien que jamás me los pidió. En el mejor de los casos lo
puedo abordar con un “Te puedo dar mi opinión sobre ese asunto?”, dejando que
sea ese otro el que decida.
~ No juzgar. Intentar hacer sentir culpable a alguien es
jugar sucio. En todo caso poner énfasis en que es nuestra percepción subjetiva
la que sintió como un error algo que alguien hizo, pero jamás imponer ese punto
de vista como una verdad absoluta, juzgando el accionar de ese ser.
~ No interpretar. Si te digo que me duele que me hables así,
esa es mi verdad. Si te digo que tengo frío, o calor, o hambre, o lo que sea,
eso es palabra santa. Para vos puede ser una estupidez, o incomprensible, pero
es lo que yo siento. Esa es mi verdad. Interpretarla es una total y absoluta
falta de respeto hacia quien está expresando en primera persona su sentir.
~ No interpretar significa también atenerse a las palabras
que el otro pronunció. Saturno, por favor!! Si te digo que voy a tomar
distancia porque me hace mal la forma en la que me tratas, es un delirio total
y absoluto que me respondas: “Me estás culpando a mí de haber sido yo la
causante de la ruptura del vínculo” … (¿?). No, yo no dije eso. Esa es tu
imaginación. Yo dije otra cosa. Yo hablé de mí, y en primera persona.
~ Por último, no jodamos, por favor. No tiene la más mínima
importancia que usemos un tonito amoroso y muy coloquial para hablar… Si
interpretás lo que se te antoja de lo que yo dije o hice, me estás faltando el
respeto, con tono amoroso y todo. Si pretendés hacerme sentir culpable juzgando
mi accionar desde tu más pura subjetividad, me estás maltratando, por más que
lo digas murmurando…
Yo soy impecable con esto siempre? Nunca se me escapa un
juicio de valor hacia nadie? Nunca interpreto? Definitivamente NO. Pero al
menos estoy haciendo enormes esfuerzos para hacer yo también, lo que pretendo y
espero de los demás…
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