En las notas referidas a Géminis y Virgo del recorrido que
hice por los doce Signos sobre los tránsitos planetarios relevantes en el 2019,
me explayé sobre la importante influencia que Neptuno iba a tener sobre ambos.
“EVIDENCIAS CONFUSAS” y “LA DISOLUCIÓN” las titulé, respectivamente.
La muy mental y cuestionadora energía geminiana está siendo
invadida, desde la cuadratura que el Dios de los mares le hace, por una
nebulosa que de discriminar sabe poco y nada. Si agregamos la indecisión típica
que suele aquejar a los gemelos, veremos que la cosa no se presenta muy
armoniosa. Claro que este tránsito les está dando también la oportunidad de
diluir aspectos de su personalidad que pudieran haber estado cristalizados,
pero quiero apuntar a otra cosa en esta nota.
Virgo? Desde abril de 2011 recibe las oleadas oceánicas que
emanan de su apuesto complementario, agitadas por Neptuno. Si en Géminis
hablamos de mente y destreza para cuestionar, el sexto integrante de la rueda
zodiacal es la capacidad lisa y llana para desmenuzar, analizar, discernir,
separar y distinguir las cosas. Las probabilidades de que todas estas
cualidades se estén viendo seriamente afectadas son altísimas.
Párrafo aparte para Sagitario. En el recorrido del que hablo
en el primer párrafo me explayé en las bondades que les puede traer el tan
bonachón de Júpiter recorriéndolo durante todo el año. Ahora vale agregar que,
al igual que Géminis, obtiene también esa cuadratura neptuniano-pisciana…
Por momentos me resulta alarmante ver la distancia que
existe entre, por ejemplo, lo que escribo y lo que algunas personas interpretan
de eso. O aquellos que cuestionan alguno de mis textos, para darse cuenta, más
tarde, de que había soslayado ni más ni menos que un renglón entero, o un
párrafo, cuando, de haberlo leído a su tiempo, hubieran comprendido que
estábamos hablando de lo mismo…
Observo también cómo está extendida la incapacidad para
diferenciar un malestar personal con un supuesto dolo de parte de otra persona.
Las emociones no se juzgan, jamás. Cualquiera de ellas que acuda a nosotros
merece el más grande de nuestros respetos.
Ahora bien, es muy posible que alguna vez a mí me moleste o
me haga sentir herido de algún modo, algo que, objetivamente hablando, no constituye
una acción dañina o reprobable por parte de algún otro ser. Si se te ponen los
pelos de punta porque alguien te dijo “Linda”, desde el momento que detestas
que te llamen así, podrás hacer lo que quieras con esa molestia, enojo, ira o
ganas de matar a quien usó ese adjetivo contigo, menos acusarlo de haberte
maltratado.
Entre la cuadratura de Neptuno y la presencia de Júpiter en
el Signo de Sagitario al cual rige, se nos disparó acaso el síndrome del
maestro sabelotodo que sobrevuela al resto de la Humanidad desde las alturas de
nuestra sabiduría infinita, que necesita imperiosamente acudir incluso a donde
no ha sido convocada, en un acto heroico tendiente a iluminar las estrechas y
oscuras mentes del común de los mortales? “Te lo digo por tu bien”, diremos
desde la abnegada postura de víctima-mártir pisciana, tratando, de manera
subliminal, ni más ni menos que de pelotudo a nuestro interlocutor…
Más allá de los tres Signos nombrados anteriormente, el
tránsito de Neptuno por Piscis nos afecta a todos por igual. Como energía
transpersonal, es sumamente compleja de integrar, siendo casi inevitable
resbalar y deslizarnos a menudo hacia sus matices menos conducentes. Entiendo
que en tiempos como los que nos toca recorrer, es menester hacer un trabajo muy
consciente y luminoso sobre nuestras capacidades virginianas-capricornianas
para encarnarlas. Esto redundará en una mejor calidad vincular desde el momento
en que podremos ser claros y precisos para comunicar nuestras necesidades, y
tendremos la capacidad de escuchar lo que nos están diciendo, en lugar de
reaccionar a lo que nuestra afiebrada imaginación creyó oír.
Oh, casualidad!! Acabo de observar que en el día de la
fecha, en el que sentí la necesidad de plasmar este escrito, Saturno, a 15° de
Capricornio, le hace un sextil (aspecto armónico) exacto al mismísimo Neptuno
en Piscis!!
Que la astrología es una materia Sagrada ya lo sabemos hace
rato. La perfección de la danza planetaria es exquisita. Cronos para los
griegos, el Dios del tiempo regente de Capricornio, nos limita amorosamente, o
no tanto, a la hora del ejercicio de nuestra subjetividad extrema. Si lo
abrazamos tendremos gran parte del asunto resuelto; si nos resistimos a darle
la bienvenida, será algún hecho funesto el que nos obligue a hacer la tarea de
conexión con la Realidad.
Que no nos sorprenda, entonces, en medio de nuestros
desajustes hipnóticos o posturas de víctimas buenitas y amorosas controladoras
que sólo quieren ayudar al que jamás nos pidió nada, encontrarnos con quienes
se resistan de manera sistemática y vehemente a entrar en ese juego pérfido y
desleal, dejando en evidencia nuestra siniestra estrategia…
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