“EL AQUIETAMIENTO”.
Arcano Mayor XIV, LA TEMPLANZA.
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Con la entrada, el 16 de mayo de 2018 de Urano en Tauro, se
dio por finalizado un período de siete años en los que la energía ariana se
vio, de alguna manera, exacerbada. Aries es, entre tantas otras cosas,
autoafirmación e independencia, y, como opuesto complementario de Libra, no es
una energía que, en un principio, tenga una alta disposición para estar atenta
a las necesidades de los demás.
El planeta Urano rige al Signo de Acuario, y este, de alguna
forma, tiene puntos de contacto con Aries. Si bien tiene una inclinación básica
hacia la búsqueda del bienestar de la sociedad, en el plano personal expresa el
mayor desapego de todos los signos del zodíaco. Evidentemente a nivel colectivo
la presencia de Urano en Aries fue determinante, ya que, justamente por su
oposición a Libra, el Signo de las relaciones por excelencia, han emergido
nuevas modalidades vinculares. Pero en el plano personal, de algún modo lo que
ha sucedido es que más y más personas, a lo largo y ancho del planeta,
sintieran la necesidad de una mayor autoafirmación, manifestando aun una más
grande dificultad para estar abiertos y registrar las necesidades ajenas.
Posiblemente hayan sido años de mucha necesidad de
independencia para los arianos, al mismo tiempo que todo, o casi cualquier
planteo por parte de un amigo, familiar, pareja, etc., lo experimentaran como
una “demanda”, con poca paciencia para escuchar el contenido de lo que se les
estaba diciendo.
Llegó la hora del aquietamiento. Tengamos en cuenta que
tanto Plutón como Saturno seguirán recorriendo Capricornio a lo largo de todo
el 2019. O sea, estarán realizando una cuadratura (aspecto tenso), a Aries.
Plutón es el cuerpo celeste más lento del sistema planetario. Esto nos da la
idea de “proceso”; además, como regente de Escorpio, nos habla de una profunda
transformación. Y Saturno, regente de Capricornio (que para los griegos era el
dios Cronos), es el Señor del tiempo, el Maestro de la construcción constante y
paciente, paciencia que, por lo general, es algo bastante difícil de encontrar
en quienes tienen mucha energía ariana…
El Arcano Mayor XIV, LA TEMPLANZA, nos muestra a un ángel
con dos recipientes en sus manos, entre los cuales circula, de manera suave y
armónica, el agua. El elemento Agua está relacionado al mundo de lo emocional,
a nuestra capacidad para empatizar con los demás, a nuestra sensibilidad. Y las
vasijas entre las que circula ese líquido son dos… Como dos son los platillos
de la balanza de Libra, la energía opuesta a Aries, y complementaria, la
primera en el Zodíaco en decirnos que no somos seres aislados, en contarnos que
la Vida es vínculo, y que existe siempre un otro al que deberé aprender a
registrar y escuchar amorosamente.
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