“UN POCO DE DISCRECIÓN”
Arcano Mayor XIX, EL SOL.
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
En noviembre de 2018 Júpiter hizo su ingreso ni más ni menos
que al Signo que rige, Sagitario, y permanecerá ahí hasta los primeros días de
diciembre de este 2019. Como ya lo expresé anteriormente, las enormes
dimensiones físicas de este planeta tienen su correlato en el plano simbólico:
todo lo que el dios Zeus para los griegos toca, lo expande y ensancha hasta
límites inusitados.
En ese sentido, además de verse favorecidos, obviamente, los
sagitarianos, podrán gozar de las bondades de tan generoso astro los leoninos,
ya que el Signo número cinco del Zodíaco recibirá un muy buen aspecto, llamado
trígono.
Todos deseamos sentirnos seguros de nosotros mismos, salir a
la calle con la sensación de que nos llevamos el mundo por delante, y
experimentar un optimismo avasallador y estimulante. Pero lo que para cualquier
otro Signo este tránsito seguro será una gracia, para Leo requiere de algunos
cuidados y advertencias.
En un sentido figurado Leo representa al o la joven que se
emancipa, dejando atrás el hogar paterno/materno representado por el Signo
anterior, Cancer. Nos muestra así a alguien posiblemente muy envalentonado al
observar que por fin puede hacer las cosas solo, con soberanía y autonomía, y
que ya no depende de papá y mamá. Claro que a esa euforia inicial le seguirá la
decepción resultante de ver que todas las tareas cotidianas hogareñas las tiene
que hacer él/ella, que esa independencia conlleva mucha responsabilidad,
representada por el Signo siguiente, Virgo.
El riesgo que se corre en Leo es el de tomar decisiones de
manera impulsiva, propio del elemento Fuego, para luego verse en algún tipo de
aprieto por ese arrebato. Con este contacto de Júpiter, harán muy bien los
leoninos durante todo este año en elaborar con sumo cuidado cualquier decisión
a tomar, preguntándose seriamente si las cosas están dadas para pegar el salto,
o lo que los aqueja es un ataque de impaciencia, y la creencia o sensación de
que son poco menos que omnipotentes…
En la imagen del Arcano Mayor XIX, EL SOL, nos encontramos
con la alegría, la frescura y el candor de un niño montado a un caballo cuyo
color blanco simboliza su pureza y su nobleza. A sus espaldas vemos un radiante
Sol iluminando su camino y que lo envuelve tibio y lo nutre. Y los girasoles
aportan la sensación de crecimiento, fertilidad y desarrollo.
Si durante el 2019 los leoninos toman los recaudos
necesarios expresados más arriba, van a disfrutar con toda seguridad de una
expansión en su autoestima, y de una profunda fe en que hasta lo más difíciles
desafíos encuentran desarrollo; que todo, con buena voluntad, tiene solución.
También respecto a la creatividad verán un aumento en la inspiración, del mismo
modo que sentirán una mayor soltura para exponer y mostrarle al mundo el fruto
de sus artes.
¿En el amor? Sí, claro, puede ser un excelente año para lo
romántico-amoroso, pero eso dependerá de cuán dispuestos estén a estar en
pareja e involucrarse seriamente en ella, o que, por el contrario, utilicen
esta creciente autoconfianza sólo para seducir de una manera un tanto
compulsiva, sin responder a lo que generen en los demás, algo que a Leo le
gusta y que disfruta por demás hacer…
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