“LA DISOLUCIÓN”.
Arcano Mayor ll, LA SACERDOTISA.
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Del mismo modo que cuando me referí al año de Géminis, para
Virgo la presencia de Neptuno en Piscis (energía a la que rige), viene siendo,
desde hace bastante tiempo, de una gran importancia. El planeta ligado a lo
confuso, a lo que no tiene forma o a aquello que de a poco la va perdiendo,
diluyéndose en ese océano pisciano, en oposición al Signo del raciocinio por
excelencia, de lo analítico y de la mente racional y concreta bien podría estar
haciendo de las suyas en los tan ordenados y estructurados virginianos.
Los planetas, todos, son maestros, guías que cumplen la
función de describirnos qué es lo que nuestra Alma necesita en cada momento de
nuestras vidas, ya que, como tenemos ego, o sea miedos, apegos, necesidad de
control, etc., etc., muchas veces nos resulta muy difícil saber qué es lo que
estamos necesitando para nuestra evolución.
Pero como lo digo siempre, una cosa es la propuesta y la
invitación del planeta, y otra muy distinta la forma en que nosotros lo
sentimos, lo experimentamos. Que con la presencia de Neptuno sintamos
confusión, desorientación o falta de foco, no significa que ese cuerpo celeste
sólo tenga eso para ofrecernos.
La identificación con el Signo solar, o sea, con la energía
en la que se encontraba el Sol al momento de nuestro nacimiento, es algo básico
en nosotros y muy fuerte. El hecho de que existan en el Zodíaco doce energías
nos dice que, si queremos llegar a una plenitud y crecimiento de consciencia,
sería bueno que a lo largo de nuestra vida podamos sentirnos también
identificados con la mayor cantidad de ellas.
Entonces, para ese proceso de asimilación de las otras
energías, necesitamos inexorablemente que esa identificación tan grande con
nuestro Signo natal se vaya diluyendo de a poco, para dejar espacio a los
restantes once.
Pues esa es la función que cumple Neptuno cuando nos visita.
Los virginianos se verán así convidados a dejar atrás sus tan arraigadas
costumbres de analizarlo todo, de creer y dar cuenta de la existencia sólo de
aquellas cosas tangibles que se pueden medir, pesar, tocar, para abrirse a
abrazar los planos sutiles, para concebir como válido también aquello que no
tiene forma. Tomar contacto con la sensibilidad pisciana, pudiendo ir mucho más
allá de lo mental, integrando su cuerpo emocional, lo que los va a enriquecer
de una manera fabulosa.
LA SACERDOTISA, el Arcano Mayor ll, nos muestra a una mujer
sensible, cubierta por una túnica de color celeste, el color del océano
pisciano, introvertida, dándole la espalda al mundo exterior. En su cabeza
lleva un atuendo que representa su capacidad para tomar contacto con el plano
psíquico, con los mundos sutiles, con las energías más elevadas, con capacidad
para canalizarlas y luego poder transmitir sus mensajes mediante la palabra y
la mente virginiana. El 2019 se presenta, así, como una excelente oportunidad
para los nativos de Virgo de comenzar a vivir y explorar su intuición, su
empatía, y dejarse llevar por la ensoñación, la fantasía creativa, y descubrir
o desarrollar sus aspectos artísticos.
A la hora de relacionarse tendrán así la posibilidad de
compartir una calidez y una suavidad inéditas, pudiendo ponerse en el lugar de
sus parejas, escuchando también con el corazón los planteos de su compañero/a
(y no sólo con una mente fría y distante), descubriendo un mundo sentimental
hasta ahora completamente inexplorado.
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