© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Más allá de la capacidad empática con la que hayamos nacido,
el conocimiento astrológico, si no lo usamos como comúnmente se hace para
etiquetar y estigmatizar a medio mundo, es un estupendo instrumento para
desarrollar nuestros aspectos más compasivos y misericordiosos.
Hablé de esto en una nota anterior: en el eje Tauro-Escorpio
se juegan cosas muy primarias para el Ser Humano, ligadas a la propia
existencia, a su instinto de conservación. Trascender entonces el miedo a la
muerte, y abandonar así la necesidad del acopio permanente y de controlarlo
todo, inclusive a esa persona amada que consideramos como “nuestra”, es una
tarea para nada sencilla.
Dicho esto, tanto en lo personal como en lo que se refiere a
lo colectivo, tengo la firme convicción de que hace rato que llegó la hora de
asomarnos a otro patrón de Consciencia, que desembocará irremediablemente en
nuevas pautas de conducta.
Venus está recorriendo por estos días Acuario, para
abandonarlo el 10 de febrero. Este Signo se caracteriza, entre otras tantas
cosas, por proveernos de la máxima distancia, frialdad y desapego en nuestros
vínculos. El muy amoroso Venus se imbuye de esa impersonalidad, asumiendo que
hay otras formas de amar.
¿Qué sólo quedan poco más de diez días para introyectar
esto? No te preocupes; como también lo dije en notas anteriores, la Carta Natal
es una curva cerrada y, por lo tanto (mal que te pese cuando estás esperando el
final de determinado tránsito), el planeta no tiene a dónde ir… Mañana será una
cuadratura o una oposición la que te tenga otra vez rezando para que se “vaya”
de una buena vez…
En este caso en particular, Venus es muy dinámico, se mueve
a gran velocidad en el firmamento, y es así como cíclicamente va a estar en
contacto con tu Urano natal, el regente de Acuario, lo que es exactamente lo
mismo. O sea, con las mismas ganas de empaparse de ese desapego!!
Como si esto fuera poco, en breve, más precisamente en mayo,
Urano va a entrar y recorrer, por muchos años, el Signo de Tauro.
Sí o sí se vienen tiempos de cambios radicales para la
Humanidad respecto a cómo ha venido manejando sus recursos, su energía, y a
cómo la ha hecho circular, o la ha estancado reteniéndola de manera impúdica.
¿Vas a seguir concibiendo a tu compañero/a como algo de tu
propiedad? ¿Vas a seguir vigilando todas y cada una de las cosas que hace
durante el día? ¿Otra vez vas a recurrir a la manipulación y a la extorsión
emocional para que no te “abandone”?
Son comprensibles las conductas controladoras desde el
momento en que, como lo expresé al principio, se movilizan en nosotros
cuestiones muy primarias ligadas a la supervivencia. Pero cuando comprendamos
de una vez por todas que la energía que necesitamos para vivir bien podemos
obtenerla de fuentes lícitas y nutritivas, dejaremos de pasarnos la Vida
queriendo robársela a los demás.
Esto es lo que nos trae Urano en Tauro como aprendizaje
existencial: abrirnos a experimentar nuevas formas de obtener y de hacer
circular la energía. Los costos por resistirnos y oponernos a esa asimilación,
al estar hablando de un planeta transpersonal, pueden ser altísimos…
No hay comentarios:
Publicar un comentario