lunes, 22 de enero de 2018

INTEGRACIONES Y POLARIZACIONES.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Días atrás hablaba de lo que acontece cuando nos encontramos con dos planetas enfrentados entre sí. La imposibilidad de la Consciencia, en primera instancia, de apoderarse de ambas energías, acogiendo a una, y proyectando la otra, atrayendo el individuo, entonces, situaciones y personas ligadas a eso que no ha podido todavía comprender.

Ahora bien, esto fenómeno de “proyección”, este juego de Luz y Sombra no es exclusivo de una oposición planetaria.

Es muy importante resaltar que cualquier energía de nuestra Carta Natal puede significar un verdadero desafío de integración a lo largo de nuestra existencia.

El aspecto emblemático respecto a esto es el mismísimo Ascendente. No hay manera de que en nuestros primeros años de Vida no proyectemos esa energía, toda vez que la misma está en un punto cero en nosotros en cuanto a afinidad, al momento de nuestro nacimiento.

La cara opuesta a esto la representa el Sol. No tenemos que hacer ningún esfuerzo para identificarnos con el Signo en el que se encuentra. Así es como expresamos muchas de sus cualidades desde las más tempranas edades.

Pero también es muy llamativo ver cómo distintos seres manifiestan diferentes facetas de ese mismo Signo, cómo muestran de muy diversas formas una misma energía. ¿Qué es lo que hace que dos personas expresen de manera tan disímil su misma energía solar?

La respuesta la encontramos, una vez más… EN ESE JUEGO DE POLARIZACIÓN!!

Está más que caro que el mapa astral es de una complejidad infinita, y que son muchos los otros factores que pueden estar interviniendo para que esto suceda… Pero podemos ver, por ejemplo, arianos con mucha decisión, muy independientes e intrépidos, con capacidad para registrar las necesidades ajenas, y quienes, con el mismo Signo solar, sólo miran su ombligo, demostrando una incapacidad enorme para darse cuenta de que tienen a alguien enfrente a la hora de actuar sus caprichos.

Un Virgo moderado, analítico, con consciencia de la realidad y el orden y bastante empático, o a un robot que analiza hasta los planteos lacrimógenos de su amada como si fuera su psicoanalista, con una pobreza extrema a la hora de expresar cualquier emoción.

Quien tiene la capacidad para reconocer al otro es el Signo opuesto a Aries, o sea, Libra. Quien reina en el plano de lo emocional y lo empático es Piscis, el Signo que complementa a Virgo.

El concepto de INTEGRACIÓN surge una vez más como imprescindible para desarrollar y acceder a las cualidades más preciadas de cada Signo zodiacal. Sí, lo mismo que necesitamos hacer cuando dos planetas están en oposición…

Pero también es posible que en esta articulación entre una energía y su opuesta complementaria caigamos en la no muy sana costumbre que tenemos los humanos, que es la de polarizarnos y morar de manera permanente en esa energía contrapuesta…

El pisciano aterrorizado por semejante sensibilidad, extrema porosidad y falta de “forma” que se convierte en un rudimentario virginiano que tiene pautado hasta en qué hora, minuto y segundo ha de ponerse el zapato derecho, primero, y luego el izquierdo, sumido en rituales autómatas y rutinarios, no es precisamente un buen ejemplo de integración de los opuestos, sino más bien todo lo contrario…

Efectivamente, en una Carta Natal hay decenas de factores que nos invitan a crecer y evolucionar. Pero en algo tan simple de rastrear como es la energía que se encuentra enfrente de donde se sitúa nuestro Sol, tenemos un verdadero tesoro, con muchísima información sobre nosotros mismos y sobre lo que nos corresponde abrazar e integrar…


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