miércoles, 15 de marzo de 2017

NORMA EN SU LABERINTO.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Cada día que pasa somos más las personas conscientes de que la realidad que atraemos a nuestras vidas está determinada por aquello que no hemos podido hacer consciente en nosotros mismos. Aun así, nuestra consciencia pareciera moverse dentro de esta lógica: “Muy bien, llegaste a mi vida porque encarnás una energía y una forma de moverte que me son ajenas y extrañas, necesito de tu presencia para incorporar eso en mí, y por todo eso mismo, te detesto, te rechazo y te expulso de mi vida”. Pelearnos con el mensajero pareciera ser nuestro deporte predilecto.

Una mujer de próximos 48 años, a la que llamaré Norma, me consulta unos meses atrás. Sol y Saturno en Tauro, Ascendente en Acuario. Unos de los puntos que quería tocar era el referido a su profesión, siendo que el trabajo que realiza desde hace más de 20 años en una institución bancaria y por el que obtiene un excelente y abundante salario, por trabajar sólo seis horas diarias de lunes a viernes, no la colma ni la hace sentir realizada.

Estudiante avanzada de Astrología, duda aun si esa será la puerta de salida de esta situación, o tal vez alguna otra materia ligada también al desarrollo y bienestar del ser humano.

“Tengo que hacer algo con mi Ascendente en Acuario, si no lo único que logro es atraerlo en situaciones de locura psiquiátrica”, sus palabras. Su hermana más chica había estado, poco tiempo atrás, internada en un psiquiátrico por una profunda depresión.

Norma me cuenta también que estaba conociendo a un hombre, trabajador independiente, y que si bien le inspiraba mucho respecto su labor y desempeño profesional, el hecho de que tuviera recurrentes problemas de insolvencia económica la retraía para seguir avanzando en la relación.

“Yo no pienso renunciar a viajar a Europa o al Caribe las veces que quiera, y si estoy en pareja es algo que quisiera compartir con el que sea mi compañero”. Además de que este hombre había logrado hacer pie en su carrera, luego de muchos años de trabajar en relación de dependencia, con el consiguiente “salto al vacío” que eso significa, por la descripción de Norma se desprendía que encarnaba mucho de la energía de Acuario que ella tiene que abrazar: había cambiado varias veces de residencia mudándose a otros países, con un desapego y una liviandad bastante llamativas, y se presentaba como alguien desestructurado y “mutable”.

“Norma, me contás que tu trabajo ya no te representa, que ya no tenés motivación para hacerlo, que necesitás hacer una tarea que te apasione y te llene el corazón, verdad? Pregunto, quién es el que paga tus viajes a Europa y al Caribe? Qué parte de tu Carta Natal ha podido sostener un trabajo por más de 20 años?”. “Mi Saturno en Tauro?”, responde temerosa.

A esa altura de la conversación ya era evidente qué partes de su Carta Natal se concebían una a otra como antagónicas…

Norma, por más consciente que sea que tiene que abrazar a Acuario en tanto y en cuanto es ni más ni menos que su Ascendente natal, no tiene obligación alguna de relacionarse con alguien que no la convenza en algún aspecto. Para el caso, alguien que encarne esa misma energía acuariana podría ser un multimillonario que tenga como hobby saltar en paracaídas… O un artista o un creativo que estuviera muy bien plantado a nivel económico.

El punto es que esta noble Mujer, en caso de que efectivamente haga la transición que la lleve desde su trabajo rutinario hacia una labor que la colme, necesariamente va a tener que renunciar (al menos en el corto plazo, hasta que logre el mismo nivel de solvencia económica con su nueva tarea) a la posibilidad de seguir haciendo esos viajes que aparecen como tan importantes para ella, pero que en el fondo no son más que la expresión de su profunda identificación con su Sol y su Saturno en Tauro: la comodidad y la búsqueda de seguridad, respectivamente.

En ese caso resultaría imprescindible para nuestra amiga que finalmente conociera y se involucrara con el millonario paracaidista, y que sea éste el que se haga cargo de los costos de los viajes alrededor del mundo…

Salvo en el caso de los seres muy empáticos que tienen como aprendizaje en esta encarnación identificarse con energías como las de Aries y Escorpio, no hay tarea más incómoda para un ser humano que tener que darle la bienvenida a Acuario. Sobre todo como en el caso que nos compete hoy, en donde la persona está muy apoyada en sus aspectos más terrenales y concretos… Es comprensible que Norma se siga resistiendo a hacer este proceso, y evite casi de manera maníaca cualquier acercamiento a lo diferente e imprevisible…

Dos meses después me llama para contarme que volvió a contactar a ese hombre que estaba conociendo. Quería darse otra oportunidad con él. Pero que para su enorme sorpresa antes de que ella pudiera hablar, él le pide sinceras disculpas por no habérselo dicho antes, que recién ahora tomó consciencia de lo importante que es para él, y que no está dispuesto a renunciar a eso por nadie… Que ya había experimentado en una relación anterior el intercambio de parejas, y que su deseo, de ahora en más, era sí o sí poder compartir esas prácticas sexuales con quien fuera su amada… 

“Félix, eso ya es demasiado para mí, me supera…”, fueron sus últimas palabras…


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