miércoles, 26 de noviembre de 2014

SACUDIENDO EL ÁRBOL.

© Félix Olivari Tenreiro.

Años atrás, teniendo yo 29 años, participaba en un Training de capacitación en Psicología Transpersonal impartido por la muy iluminada Rhea Powers. En un recreo, una señora  seguro de más de sesenta años se nos acerca a Mónica y a mí: “Qué maravilla que ustedes, siendo tan jóvenes, ya estén en un lugar cómo éste!”. 

Asentí con una sonrisita amable, mientras pensaba: “Si esta noble mujer supiera que yo estoy acá porque estoy desesperado, ¿opinaría lo mismo?”.

En su momento fue la Terapia de Regresión a vidas pasadas; hoy, espacios terapéuticos como las Constelaciones Familiares o la Decodificación Bioemocional nos acercan a la toma de consciencia de que nuestros dolores, pesares, traumas, conflictos y la dificultad para resolver los mismos tienen su raíz en algún lugar que nos trasciende.

Sea en una encarnación anterior, o en las ramas del árbol genealógico. Por lo tanto, la resolución de los mismos está mucho más allá de nuestras mejores intenciones conscientes.

Quienes hemos transitado una terapia psicoanalítica ya nos sabemos el cuento de memoria; lo que mamá y papá hicieron o no hicieron, y los traumas que eso nos provocó. Pero con el paso del tiempo observamos que con sólo entender, no solucionábamos mucho que digamos…

“Félix, comprendo profundamente tu cansancio, pero sería bueno que supieras que si estás acá, es porque tu árbol genealógico te eligió a vos para sanarse”, fueron las conmovedoras palabras de mi actual terapeuta en Decodificación Bioemocional.

Sí, ha sido mucho… Muchísimo dolor, muchísimo desgarro, muchos desencuentros, mucho pesar, mucha soledad, mucha incomprensión.

Pero comprender que cada vez que estoy intentando sanar algo de todo eso estoy allanándole el camino a las generaciones venideras, me cambia mucho la ecuación. Tanto como tener presente que trabajando conmigo, estoy limpiando, sanando y reparando las seguro dolorosísimas historias de Vida de mis ancestros.

Entonces trabajar con mi sombra y con mis dificultades se convierte así en una misión trascendente… Sin ánimos mesiánicos, comprender que cada uno de nosotros puede ser la bisagra de esa familia, para que los que estuvieron descansen en Paz de una vez por todas, y para que los que vengan ya no carguen con esos lastres, nos convierte en Seres con una preciosa responsabilidad…

Saber que somos canales a través de los cuales es mucho más que nuestro propio dolor el que se está liberando, es una realidad que nos puede ayudar a transitar y trascender esos pesares con un Amor y una Entrega infinitas.

Bendita sea esa desesperación que me trajo hasta aquí…



No hay comentarios:

Publicar un comentario