© Félix Olivari Tenreiro.
Cuando describimos a Leo lo hacemos en los términos de
autoexpresión, de la espontaneidad propia de los niños, de los sentimientos de
libertad semejantes a los del joven que logra la independencia dejando atrás el
hogar paterno/materno luego de haber sido nutrido en Cancer. El dramatismo como
expresión emocional o artística, lo que nos entretiene y entusiasma.
El Signo que rige el Corazón tanto físico como afectivo, de
la pasión puesta en cualquier actividad o disciplina, y de la pasión romántica.
Es de esperar entonces que con la entrada reciente de
Júpiter en este Signo algo de lo detallado se engrandezca, desde el momento que
es el planeta del sistema solar de mayor tamaño, y ya sabemos que como es
arriba… es abajo.
Oportunidad importante para desarrollar la capacidad de
brindar apoyo, y para emprender aquellos proyectos personales que tal vez
quedaron varados por resonar en demasía con la mirada ajena no siempre
aprobatoria, tomando contacto con nuestra individualidad, con la consciencia de
que somos seres únicos.
Nuestra sensibilidad se podría ver incrementada,
otorgándonos una mayor disposición y empatía hacia los demás en general, con
una especial propensión al cuidado de los niños… Y una excelente oportunidad
para liberar a nuestro niño interior!! Disfrutar de lo lúdico, del juego espontáneo,
de la risa y la carcajada sin “mente”…
De despedida, la repetida y no por eso menos pertinente
aclaración de que es necesario ver la Carta Natal en su conjunto, observando
qué Casa o área de Vida está transitando Júpiter, y qué aspectos hace con otros
planetas, para no caer en generalizaciones banales…
QUE LO DISFRUTEN!!
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