© Félix Olivari Tenreiro.
¿Sientes que nadas en mayonesa y que además las algas se
enredan en tus brazos y piernas haciéndolo todo mucha más denso y pesado?
¿No sientes entusiasmo más que por irte a dormir y esperar a
que mañana “sea otro día”?
¿Plantaste un olmo y te salen peras?
¿La comunicación con tus seres queridos se torna cada vez
más complicada, y eso cuando en el mejor de los casos puedes comunicarte con
ellos, ya que nadie pareciera registrarte?
¿Si trabajas de manera independiente no te llama ni tu madre
para solicitar tus servicios?
¿Si lo haces en relación de dependencia tu jefe/a está
apelando a una paciencia para contigo que jamás creyó tener al ver que todo lo
que haces lo haces mal?
¿Tu pareja tiene comportamientos extraños?
Dime, ¿acaso falta poco para tu próximo cumpleaños?
Si la respuesta es sí, PUES ENTONCES TIENES QUE SABER QUE EL
ORIGEN DE MUCHAS DE ESAS COSAS RADICA AHÍ!!
Algunos días antes del comienzo de nuestra próxima
Revolución Solar se suelen caracterizar por tornarse bastante insoportables… Si
no en todas las áreas de nuestra Vida, en un par de ellas seguro!!
Estaremos atravesando un largo atardecer de unos 30 a 40
días antes de festejar un nuevo año de existencia, un proceso de
características piscianas con su impronta de “reclusión”, disolución,
culminación, fin de etapa, la consumación de un proceso…
Y como en todo fin de ciclo no es el mejor momento para
iniciar nuevos proyectos; si los mismos no nos urgen, esperar unos días nos
favorecerá ya que luego tendremos viento en popa…
El mejor momento para hacer “memoria y balance”!! Sí, eso
mismo que solemos hacer a fin del año calendario con la sidra y el pan dulce en
la mano, lo ideal es hacerlo en esta etapa de “nuestro” año solar; la mejor
ocasión para el recogimiento y la reflexión profunda sobre qué cosas, qué
actividades y qué vínculos querremos conservar, y cuáles dejar en el pasado
definitivamente…
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