© Félix Olivari Tenreiro.
Los clásicos manuales de Astrología nos dicen, cuando nos
referimos al dinero, que debemos rastrearlo, en una Carta Natal, en la Casa ll
(relacionada con Tauro) y en cómo esté aspectada y habitada la misma. En el
mejor de los casos hacen referencia al eje Casa II - Casa VIII
(Tauro-Escorpio), hablando de herencias, legados o el dinero de nuestro
cónyuge…
En lo que a mí respecta estoy convencido de que, si bien
Tauro-Casa ll me pueden dar indicios de cómo podría ser mi relación con el
dinero (materia), el hecho de que sea próspero y que el mismo fluya fácilmente
hacia mis arcas, o no, es un tema netamente ligado a Escorpio-Casa Vlll…
Cada billete y moneda presente en la cartera de la dama o el
bolsillo del caballero estuvo antes en manos de otras personas, ¿verdad? La
pregunta del millón es, entonces, ¿cómo hago para que ese dinero llegue a mí?
Si entendemos la temática Escorpio-Casa Vlll como
intercambio energético y/o transferencia de energía, está claro que una
herencia o un “legado” lo son… Como también lo es cualquier trabajo que realizo
a cambio de una retribución económica.
Entonces, lo que me permitirá hacer intercambios y
transferencias energéticas parejas, en donde la retribución que reciba sea
acorde a mi dedicación y desempeño laboral, será necesariamente un buen vínculo
interno con la energía escorpiana…
¿Qué valor le doy a mi trabajo-profesión? ¿Cómo está mi
autoestima? ¿Qué emociones, pensamientos, creencia y patrones mentales son los
que tiene que “morir” en la Casa Vlll para sentirme poderoso y merecedor de una
buena recompensa económica por mi labor?
¿La culpa me domina a la hora de plantear mis honorarios o
de exigir un aumento de sueldo, entonces dreno mi energía de manera ilimitada
sacrificándome (Neptuno-Piscis) con la sutil creencia de que entonces seré
redimido por Dios, mi madre, mi padre, etc.?
Nuestros aspectos neptunianos-piscianos nos aportan
compasión, empatía, suavidad y calidez a la hora de trabajar con otros si es
que ofrecemos un servicio, y para vincularnos amorosamente con nuestros
compañeros de trabajo, si fuera el caso.
Pero salir al mundo de la forma, de la materia, sólo con
esos recursos, es una invitación a ser “devorados” por aquellos que
indefectiblemente nos jugarán los aspectos plutonianos-escorpianos que no
terminamos de asumir como propios.
Y esto se puede expresar, entre otras cosas, como escases
económica, toda vez que el que me juegue esa sombra sea un empleador despótico
que paga bajísimos salarios, o que yo mismo no me sienta con derecho a
pretender una buena retribución por mis servicios.
Como lo expresé días atrás en la nota “ABRAZANDO ESCORPIO,
DE LA AMARGURA A LA INTEGRACIÓN AMOROSA”, con culpa es muy difícil internalizar
esa energía y con ella hacernos cargo de nuestro Poder personal, lo que
incluye, entre tantas otras cosas, vivir con prosperidad económica…
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