© Félix Olivari Tenreiro.
Años atrás tomando un café con una amiga me cuenta que
estaba atravesando ese año con el Ascendente en Escorpio en la Revolución
Solar…
“Es todo muy desolador, veo mucha oscuridad en todo y en
todos, también en mí… Es como estar saboreando bilis todo el día…”, me confiesa
esta persona siempre tan identificada con la energía híper optimista (aunque
por momentos negadora) de Sagitario, y su gran ternura y compasión por todo Ser
viviente proveniente de sus aspectos piscianos en cantidades importantes…
Tiempo después me tocó a mí, en gracia, tener el Ascendente
en Escorpio en la Revolución Solar… Cuánto me acordé de ella durante todo ese
año!!!
No es predictivo, pero sí muy posible que, como me sucedió,
no quede más que enfrentarse con esa asignatura pendiente en todos los
sensibles con Cartas Natales en las que predomina el elemento Agua: oler,
saborear, ver, tocar y oír “oscuridad” por donde quiera que uno vaya.
La certeza de que, o hemos sido expulsados del Paraíso, o
que este no era tan bucólico como lo habíamos experimentado hasta entonces es
un des-corazonamiento importante y persistente. Y el desánimo es un lugar que
sentimos tentados a habitar casi a cotidiano…
Porque vemos que somos nosotros mismos los que nos
permitimos un sarcasmo, una ironía y una mordacidad hasta entonces vedados sea
por culpa o por falta de permiso en seres tan “buenos, dulces y compasivos”.
Y porque ya nos cuesta mucho seguir haciendo las concesiones
que eran moneda corriente en casi todas nuestras transacciones. Porque algo en
nosotros nos empuja a ver y revisar con una profundidad inédita cada uno de
nuestros intercambios energéticos.
“Con culpa es muy difícil abrazar e interiorizar a
Escorpio”, es el axioma que repito a cada consultante con esta temática. Si nos
liberamos de ella, veremos que tomar el Poder en nuestras manos se convierte en
un camino mucho más sencillo de lo que habíamos imaginado… Que es posible salir
de la sombra del sometimiento, de la violencia pasiva, y de la ira y el
resentimiento acumulados por tanto abuso y maltrato soportado.
Nos encontramos entonces con una capacidad para poner
límites enorme, con una firmeza a la hora de expresar lo que nos molestó o
lastimó que nos vuelve a conectar con el sentimiento de dignidad…
Una de las ilusiones más comunes en todo ser sensible es que
si se identifica con la energía escorpiana y se deja atravesar por ella, se va
a convertir en un psicópata desamorado incapaz de seguir en contacto con sus
aspectos empáticos, compasivos, tiernos. Es sólo eso, una ilusión: por el
contrario puedo decir, por experiencia, que los mismos se potencian…
El Corazón sensible de todos y cada uno de nosotros necesita
ser resguardado de dolores, manipulaciones y disgustos gratuitos, los que
muchas veces hemos permitido desde nuestra más grande ingenuidad
pisciana/libriana…
¿Y qué mejor que ser nosotros mismos ese/a Guerrero/a
Sagrado guardián de las puertas de nuestro Corazón para que el mismo esté
abierto y disponible hacia quien nos corresponda amorosamente?
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