© Félix Olivari Tenreiro.
El Loco nos puede estar hablando de la inspiración, la
energía y autoconfianza que necesitamos para comenzar un nuevo proyecto, aun
cuando los demás consideren que es una locura.
Pero es también nuestra parte conservadora atada al mundo de
lo previsible y el orden lógico la que se asusta de esta presencia en nosotros,
la que juzga de “loco” a este espíritu que de manera fresca y juvenil se
dispone a caminar por el borde del abismo sin miedo ni duda…
En profundidad El Loco nos habla de un impulso irracional
que nos lleva hacia el cambio, hacia lo desconocido, que nos desafía a explorar
nuevos horizontes.
Su llegada nos estaría hablando de la necesidad de “pegar el
salto”, de actuar guiados por esa pasión y esa voz interna que nos dicen que el
momento es ahora.
El Loco crea su futuro en el momento presente… El pasado y
el futuro son una carga inútil para él.
Arcano ambiguo, si lo hay, desde el momento que su número es
el 0 o que en algunos mazos sencillamente aparece sin numeración, El Loco más
que ningún otro necesita ser leído en el contexto de las Cartas que lo rodean
ya que sencillamente está en el límite entre un acto osado, corajudo y
valiente, y el actuar guiado por una vehemencia tan fuerte y de manera tan poco
reflexiva que lo puede llevar a ignorar los peligros y los riesgos de dicha
aventura…
Precisamente su aspecto “sombra” sería la desorganización,
la temeridad, la falta de enfoque, la irresponsabilidad y la falta de
compromiso, entre otras cosas…
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