miércoles, 10 de julio de 2019

LOS CAMINOS DE LA SANACIÓN.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Meses atrás atendí a una mujer de unos cincuenta años. La misma me consulta particularmente por su eterna situación de pobreza extrema económica. Me cuenta que desde hace más de dos décadas está inmersa en un proceso de trabajo interno de sanación y de superación personal, habiéndose sometido a los más diversos trabajos terapéuticos, sin poder resolver esto que la aqueja desde el principio de sus días.

En un momento de la conversación me relata las enormes dificultades que ha tenido históricamente para solventar los gastos de sus diferentes viviendas, habiendo sido desalojada por la vía judicial de una de ellas por no poder afrontar la renta de la misma.

Mientras oigo esto último, miro su Carta Natal… El planeta regente de su Casa lV, la que nos habla del hogar entre otras cosas, estaba recibiendo la oposición de Saturno, planeta de por sí relacionado a lo “kármico” o transgeneracional, estando este retrógrado, lo que refuerza la idea de que se necesita hacer un trabajo importante respecto de esa energía para sanarla e integrarla.

Como el enfoque de la Decodificación Bioemocional contempla la problemática de la vivienda y del territorio relacionándola con el corazón, me pareció pertinente indagar al respecto para ver si el asunto venía por ahí…

Y como Saturno representa a la figura arquetípica del padre le pregunto entonces si en la rama paterna de su árbol genealógico alguien había tenido problemas cardíacos.

Me responde que su abuelo paterno había muerto a los 60 años de un paro cardíaco, que su tío paterno había sido operado del corazón y que junto a su esposa se habían pasado la vida deambulando de un departamento a otro… Y que su mismísimo padre había sufrido dos infartos a los treinta y pico de años además de haber tenido enormes dificultades con la vivienda!!

Esta noble y bella mujer podía seguir pasándose el resto de sus días en este planeta trabajando, como ya lo venía haciendo, de las maneras más diversas sus problemas de “prosperidad” y falta de abundancia, pero mientras no resolviera esta situación genealógica vinculada al territorio, su inconsciente siempre se las iba a ingeniar para no tener suficiente dinero para hacer frente a los gastos de sus diferentes hogares.

De hecho, cuando termino de hablarle de todo esto, me dice: “Tal cual, durante nueve años viví en un departamento que era propiedad de mi madre en donde no tenía que pagar renta alguna… Y generé una enorme deuda de impuestos que nunca pude afrontar!!”.

Una vez más, a modo de cierre y reflexión, resaltar la mayúscula importancia del estudio de nuestra Carta Natal como excelente herramienta de diagnóstico y guía hacia la resolución de nuestros conflictos.


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