Basta de hipocresía por favor. Dejá de poner excusas y de
ampararte en una psueda espiritualidad new age que ya ni vos te crees.
Disponete a trabajar la insoportable culpa que te impide
hacer contacto con tu agresividad, y que tiene a tu guerrer@ muerto de miedo en
el closet.
Asumí de una vez por todas que tenés que trabajar con tu
violencia pasiva, que tenés un problemita con eso, y dejá de joderle la vida a
los que ya hicieron ese aprendizaje tildándolos de “violentos”.
Sé honest@. No jodas más. Ghandi fue un gran hombre, pero lo
mató una bala. A Lennon también. Dejá de poner excusas y tomar como
ídolos-referentes a pacifistas que no lograron pacificar nada.
En todo y en todas partes ves violencia. Sos alérgic@ a todo.
Soñás con un mundo ideal en donde todos son buenitos, dulces y amorosos,
mientras la existencia te pasa por encima.
Pero eso sí, vos sos “cool”, porque ya te cagaste en los
mandatos de la Iglesia Católica o similar, pero no te das cuenta de que ahora la
culpa te la inyecta un señor barbudo de túnica blanca, el nuevo gurú de la
nueva era.
Entonces seguís siendo “espiritual” incapaz de matar una
mosca, mientras tu jefe te maltrata, tu espos@ te maltrata, tus hijos te
caminan por la cabeza, o tenés enormes problemas económicos, incapaz de
reclamar por lo que te corresponde.
En lo más profundo de tu Ser sabés bien que te estás
haciendo la boluda, el boludo, pero como hay tanto pasiv@ suelto dando vuelta
por ahí, sabés que tu postura de víctima suavecita al fin y al cabo va a tener
buena prensa, y que el que te mandó a cagar, el que te mandó a la mierda con
todas las letras porque te comportaste como un/a maleducado/a va a ser el que
quede mal parado a los ojos de todos esos corderitos “inocentes”.
Culpa, culpa, culpa. Que justificas y racionalizadas de las
maneras más disparatadas, siempre con el barniz de lo espirituoso.
Hacete cargo de tu violencia. Déjate de joder. No rompas más
las pelotas.
Los que hicimos ese recorrido desde la más grande de las
vulnerabilidades hasta llegar a darle Vida y Poder a nuestro guerrero (no sin
dolor, incomprensión, cansancio o decepciones varias, pero con un enorme
CORAJE), estamos HARTOS de tu postura de víctima abyecta miserable.
HARTOS.
A nosotros no nos podés engañar, porque nosotros ya
estuvimos ahí, nosotros venimos de ahí.
¿Querés contribuir con la Paz del Mundo? ¿En serio ese es tu
deseo, es ese tu compromiso en verdad? Entonces tocá los bordes de tu propia
violencia, de tu crueldad, de tu capacidad para destruir y desgarrar, y después
hablamos…
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