sábado, 20 de julio de 2019

BASTA.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Basta de hipocresía por favor. Dejá de poner excusas y de ampararte en una psueda espiritualidad new age que ya ni vos te crees.

Disponete a trabajar la insoportable culpa que te impide hacer contacto con tu agresividad, y que tiene a tu guerrer@ muerto de miedo en el closet.

Asumí de una vez por todas que tenés que trabajar con tu violencia pasiva, que tenés un problemita con eso, y dejá de joderle la vida a los que ya hicieron ese aprendizaje tildándolos de “violentos”.

Sé honest@. No jodas más. Ghandi fue un gran hombre, pero lo mató una bala. A Lennon también. Dejá de poner excusas y tomar como ídolos-referentes a pacifistas que no lograron pacificar nada.

En todo y en todas partes ves violencia. Sos alérgic@ a todo. Soñás con un mundo ideal en donde todos son buenitos, dulces y amorosos, mientras la existencia te pasa por encima.

Pero eso sí, vos sos “cool”, porque ya te cagaste en los mandatos de la Iglesia Católica o similar, pero no te das cuenta de que ahora la culpa te la inyecta un señor barbudo de túnica blanca, el nuevo gurú de la nueva era.

Entonces seguís siendo “espiritual” incapaz de matar una mosca, mientras tu jefe te maltrata, tu espos@ te maltrata, tus hijos te caminan por la cabeza, o tenés enormes problemas económicos, incapaz de reclamar por lo que te corresponde.

En lo más profundo de tu Ser sabés bien que te estás haciendo la boluda, el boludo, pero como hay tanto pasiv@ suelto dando vuelta por ahí, sabés que tu postura de víctima suavecita al fin y al cabo va a tener buena prensa, y que el que te mandó a cagar, el que te mandó a la mierda con todas las letras porque te comportaste como un/a maleducado/a va a ser el que quede mal parado a los ojos de todos esos corderitos “inocentes”.

Culpa, culpa, culpa. Que justificas y racionalizadas de las maneras más disparatadas, siempre con el barniz de lo espirituoso.

Hacete cargo de tu violencia. Déjate de joder. No rompas más las pelotas.

Los que hicimos ese recorrido desde la más grande de las vulnerabilidades hasta llegar a darle Vida y Poder a nuestro guerrero (no sin dolor, incomprensión, cansancio o decepciones varias, pero con un enorme CORAJE), estamos HARTOS de tu postura de víctima abyecta miserable.

HARTOS.

A nosotros no nos podés engañar, porque nosotros ya estuvimos ahí, nosotros venimos de ahí.

¿Querés contribuir con la Paz del Mundo? ¿En serio ese es tu deseo, es ese tu compromiso en verdad? Entonces tocá los bordes de tu propia violencia, de tu crueldad, de tu capacidad para destruir y desgarrar, y después hablamos…


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