viernes, 16 de noviembre de 2018

Sobre el ingreso del Nodo Norte en Cancer…

LA VERDAD INTERIOR.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

El movimiento del eje Nodal por el firmamento no es algo que suela observar con asiduidad. Sólo que hace días que tengo esta reflexión en mis vísceras, y oh! “casualmente” tomé nota del ingreso del Nodo Norte al Signo de Cancer, y fue ahí que todo me cerró…

Dejar atrás, trascender de algún modo e ir más allá del hábito capricorniano presente en el punto Sur de ese eje, entiendo que presenta un bellísimo desafío para todo aquél que quiera oír…

En el mundo laboral, profesional y competitivo (en donde se nos hace poco menos que imprescindible demostrar lo capacitados que estamos para desarrollar nuestras tareas), palabras y conceptos como estrategia, táctica, maniobra, habilidad y pericia están aceptados ampliamente, y no resisten la menor discusión ética por parte de ninguno de nosotros, ¿verdad?

La empatía, esa capacidad amorosa para ponernos en la piel de los otros, nos exime de juzgar conductas humanas, aun cuando las mismas no estén expresando elevadas virtudes, precisamente… Así es cómo, sobre todo desde nuestras propias vivencias y experiencias, podemos comprender que a la hora de vincularnos (estando aun presentes heridas no sanadas, soledades no superadas, abandonos todavía supurantes, etc.) nos resulte poco menos que imposible, en determinada etapa de nuestro recorrido vital, ser todo lo impecables que en lo más profundo de nuestros corazones quisiéramos.

Supimos desde el primer día que nuestro/a compañero/a no encarnaba el ideal de pareja que atesoramos, pero la abismal soledad no era una opción que pudiéramos sostener en ese momento.

O algo nos decía que estábamos escapando de una relación que nos podría llegar a complementar de una manera exquisita y sublime, pero el miedo a semejante profundidad-intensidad, y la apatía o resistencia a trabajar de manera profunda nuestro ego personalidad, se conformaban con algo mucho más “cómodo” y llevadero, aun sabiendo que esta otra relación tendría patas cortas, como todas las mentiras… Y así tantos ejemplos…

Esos mismos conceptos expresados anteriormente, ligados al plano de las formas, al mundo social ocupacional capricorniano, llevados al universo de Cancer, donde el ideal de esta energía nos habla de intimidad emocional, del despojo de nuestros roles sociales para igualarnos en el plano de lo sensible, en donde todos somos vulnerables, sensibles portadores de un niño/a necesitado de escucha amorosa y de calidez afectiva, poco menos que nos revuelven el estómago de sólo asociarlos a esta realidad de amorosa vincularidad y transparencia.

Acá está entonces la reflexión que me viene inquietando desde hace algunos días: con la presencia de ese Nodo Norte en el espacio canceriano, ¿no es acaso el momento indicado para observar, con la mayor honestidad de la que seamos capaces frente a nosotros mismos, si ya no es hora de ir más allá de nuestros miedos limitantes a la hora de enlazarnos y de unirnos con los demás?

¿Sigue siendo realidad que todavía no puedo soltar aquello que me da seguridad pero que me seca, aburre o adormece de algún modo, o ya llegó la hora del coraje?

Hablando de valentía, ¿y si de a poco voy viendo la posibilidad de renunciar a estrategias, tácticas y maniobras emocionales con el fin de tener el control de la relación, pero que, en definitiva, me dejan más sólo que antes, que sólo están a favor de seguir esquivando el verdadero trabajo espiritual sobre mi ego y mis defectos de carácter, y que me mantienen atrincherado en esa armadura capricorniana, incapaz de entrar en contacto con la más sanadora de las vulnerabilidades?

¿Qué parte de mi totalidad exige determinados requisitos (dinero, posición social, estatus profesional, etc.) a la hora de elegir un/a compañero/a? ¿Es en verdad una necesidad genuina, o la presión de la mirada social, esa mirada externa que todavía tiene un peso relevante en todas y cada una de las decisiones que tomo en mi vida? Esa dependencia de la aprobación ajena es mucho más pertinente en el plano de lo capricorniano, precisamente aquello que este eje nodal nos está invitando a dejar de utilizar en la calidez del hogar canceriano…

A mi más humilde entender, con el ingreso del Nodo Norte en Cancer llegó la hora de la Verdad interior.


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