© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Lo digo muy a menudo, y lo repetiré hasta la eternidad,
seguramente... Hace más de 20 años que me dedico a la Astrología y jamás pierdo
mi capacidad de asombro respecto a la misma.
Sí, efectivamente los seres humanos hablamos y la que se
expresa, cuando lo hacemos, en miles de oportunidades, es nuestra mismísima
Carta Natal. Y eso por momentos es bastante impresionante, algo se sacude en mí
cuando escucho el relato de un consultante, llevo mi vista hacia el mapa y veo
de qué manera tan pero tan concreta, eso que cuenta, se ve reflejado ahí...
Días atrás me consulta una mujer en pleno estado de
padecimiento de lo que he dado en llamar "hipertrofia pisciana"...
Conocedora del lenguaje zodiacal, me dice, con un importante
nivel de cansancio y malestar: "No puedo seguir así. No puede ser que lo
único que ponga en juego en mis relaciones de pareja sea mi energía neptuniana,
que sólo ame desde ese lugar de rescatadora, enfermera, terapeuta, madre... Me
debo a mí misma antes de terminar está encarnación, verme haciendo otra cosa en
mis vínculos”
“Tengo que aprender a amar también desde mis aspectos
arianos para poder poner límites, pensar en mí y no perderme siempre en los
demás, saturninos para refrenar y contener mi excesiva compasión y empatía, y
desde lo plutoniano, para saber pararme frente a cualquier eventual y lógica
lucha de poder que suele estar presente de una u otra manera en todos los
vínculos”.
“Perdón, ¿vos estuviste viendo tu Revolución Solar?”, le
pregunté estupefacto… “No, no me senté todavía a ver el mapa… ¿Por qué?”.
No lo podía creer… Me quedé atónito mirando eso… En su mapa
anual tenía, en su Casa 7, ni más ni menos que a Saturno, Marte y Plutón!!!!
¿Quién fue el que habló? ¿Qué parte de su totalidad expresó
semejante diagnóstico, tan acorde con las presentes condiciones celestiales?
¿Era acaso la expresión de su Alma, consciente de que estaba frente a nuevas
oportunidades, a la posibilidad de re significar y sanar su vida afectiva
vincular?
Misterios insondables, misterios que nacieron y nos
frecuentan para que los respetemos y los honremos en su magnificencia.
Ilustración de Laura SolEdad Tori.
No hay comentarios:
Publicar un comentario