Una de las formas, de las tantísimas, en que puede
manifestarse lo escorpiano-plutoniano está relacionada a los comportamiento
obsesivo-compulsivos. La actual retrogradación de Venus por el octavo espacio
del Zodíaco bien podría ser una facilitadora para que esos comportamientos se
gatillen, muy a nuestro pesar.
Esto puede manifestarse tanto en lo concerniente a las
relaciones amorosas afectivas (Libra), como respecto al trabajo, a nuestro
recursos, al dinero (Tauro).
Salvo que estés apelando a los aspectos más disociativos de
tu Carta Natal, a aquellos puntos que refuerzan la capacidad negadora que todos
en mayor o en menor medida tenemos, es casi inevitable que estés haciendo algún
tipo de revisión de tu situación-realidad afectiva amorosa. O que este suceso
celestial te lleve al pasado de alguna manera, reciente o lejano, o que alguien
del pasado diga presente ahora, o que, lisa y llanamente, tu relación, si la
tienes, se haya empantanado de una manera un tanto insólita y desproporcionada.
Cuando hay dolor emocional (más allá de nuestras mejores
voluntades, y por más que estemos firmemente decididos a no echar mano a esos
aspectos negadores), sobre todo si el mismo toma relativa intensidad, es casi
inevitable que queramos escapar de él. Somos humanos, y a menos que el
masoquismo sea lo nuestro, nadie disfruta de sentir semejante molestia
sentimental.
Está claro que no puedes estar en la cocina de tu casa y al
mismo tiempo hacerlo en la sala. O estamos en misa, o en procesión. Entonces,
¿qué es esa obsesión que nos ataca y nos toma la mente y parece haberse
apoderado de ella más allá de nuestros mayores esfuerzos por salir de ahí?
Pues, la incapacidad para entrar en contacto con ese dolor… O sea, el costo de
evadir la emoción.
Luego de un llanto profundo el vientre se distiende, el
corazón y el pecho se expanden, el aire logra llegar a la parte alta de los
pulmones, el tórax se ensancha, entra más luz a nuestros ojos y todo lo que
vemos parece más brillante y colorido, y, por sobre todas las cosas, es más que
probable que nuestra mente quede en un silencio de enorme hondura… Alivio.
Venus retrogrado en Escorpio también podría estar disparando
en ti enojo y/o resentimiento. Y la recomendación es la misma: o dejas que todo
eso se convierta en una tensión mental poco soportable, con la consecuente
ansiedad que puede llevarte a comer en exceso, o a apelar a cualquier otro
alterador del estado de ánimo, o bien puedes buscar algún tipo de descarga, sea
escribiendo de manera completamente espontánea todo lo que va saliendo de tus
tripas, sea golpeando el colchón de tu cama, sumando alguna actividad física, al
menos una buena caminata, para drenar toda esa energía.
Seguramente habrás oído hablar de las esencias florales.
Existen varios sistemas distintos, siendo las de Bach las más conocidas. Hace
más de 25 años que acudo a ellas cada vez que las necesito, y te puedo asegurar
que la vida se hace muchísimo más llevadera con ellas. Trabajan sobre todo el
espectro emocional de la persona, y he comprobado, a lo largo de los años, lo
eficaces que son en situaciones como las descriptas, sobre todo si la
dificultad para entrar en contacto con el llanto, o con el enojo, es algo
habitual en ti, o te está sucediendo ahora.
Catalizar el llanto o el enojo (Agrimony), corrernos del
lugar de víctimas ante lo que el otro ha hecho (Willow, el nombre en inglés del
árbol sauce “llorón”), resistir la tentación de pasarle facturas a nuestro
objeto amado por lo que hemos hecho de manera “desinteresada” (Chicory), abrir
nuestro corazón cuando no podemos evitar ver al otro como un enemigo que sólo
nos quiere lastimar (Holly), suavizar estados de intensa angustia (Sweet
Chestnut), etc., etc…
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