domingo, 4 de noviembre de 2018

LA OBSESIÓN EN TIEMPOS DE VENUS RETRÓGRADO.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Una de las formas, de las tantísimas, en que puede manifestarse lo escorpiano-plutoniano está relacionada a los comportamiento obsesivo-compulsivos. La actual retrogradación de Venus por el octavo espacio del Zodíaco bien podría ser una facilitadora para que esos comportamientos se gatillen, muy a nuestro pesar.

Esto puede manifestarse tanto en lo concerniente a las relaciones amorosas afectivas (Libra), como respecto al trabajo, a nuestro recursos, al dinero (Tauro).

Salvo que estés apelando a los aspectos más disociativos de tu Carta Natal, a aquellos puntos que refuerzan la capacidad negadora que todos en mayor o en menor medida tenemos, es casi inevitable que estés haciendo algún tipo de revisión de tu situación-realidad afectiva amorosa. O que este suceso celestial te lleve al pasado de alguna manera, reciente o lejano, o que alguien del pasado diga presente ahora, o que, lisa y llanamente, tu relación, si la tienes, se haya empantanado de una manera un tanto insólita y desproporcionada.

Cuando hay dolor emocional (más allá de nuestras mejores voluntades, y por más que estemos firmemente decididos a no echar mano a esos aspectos negadores), sobre todo si el mismo toma relativa intensidad, es casi inevitable que queramos escapar de él. Somos humanos, y a menos que el masoquismo sea lo nuestro, nadie disfruta de sentir semejante molestia sentimental.

Está claro que no puedes estar en la cocina de tu casa y al mismo tiempo hacerlo en la sala. O estamos en misa, o en procesión. Entonces, ¿qué es esa obsesión que nos ataca y nos toma la mente y parece haberse apoderado de ella más allá de nuestros mayores esfuerzos por salir de ahí? Pues, la incapacidad para entrar en contacto con ese dolor… O sea, el costo de evadir la emoción.

Luego de un llanto profundo el vientre se distiende, el corazón y el pecho se expanden, el aire logra llegar a la parte alta de los pulmones, el tórax se ensancha, entra más luz a nuestros ojos y todo lo que vemos parece más brillante y colorido, y, por sobre todas las cosas, es más que probable que nuestra mente quede en un silencio de enorme hondura… Alivio.

Venus retrogrado en Escorpio también podría estar disparando en ti enojo y/o resentimiento. Y la recomendación es la misma: o dejas que todo eso se convierta en una tensión mental poco soportable, con la consecuente ansiedad que puede llevarte a comer en exceso, o a apelar a cualquier otro alterador del estado de ánimo, o bien puedes buscar algún tipo de descarga, sea escribiendo de manera completamente espontánea todo lo que va saliendo de tus tripas, sea golpeando el colchón de tu cama, sumando alguna actividad física, al menos una buena caminata, para drenar toda esa energía.

Seguramente habrás oído hablar de las esencias florales. Existen varios sistemas distintos, siendo las de Bach las más conocidas. Hace más de 25 años que acudo a ellas cada vez que las necesito, y te puedo asegurar que la vida se hace muchísimo más llevadera con ellas. Trabajan sobre todo el espectro emocional de la persona, y he comprobado, a lo largo de los años, lo eficaces que son en situaciones como las descriptas, sobre todo si la dificultad para entrar en contacto con el llanto, o con el enojo, es algo habitual en ti, o te está sucediendo ahora.

Catalizar el llanto o el enojo (Agrimony), corrernos del lugar de víctimas ante lo que el otro ha hecho (Willow, el nombre en inglés del árbol sauce “llorón”), resistir la tentación de pasarle facturas a nuestro objeto amado por lo que hemos hecho de manera “desinteresada” (Chicory), abrir nuestro corazón cuando no podemos evitar ver al otro como un enemigo que sólo nos quiere lastimar (Holly), suavizar estados de intensa angustia (Sweet Chestnut), etc., etc…

Hay muchas herramientas hoy en día para transitar los procesos de la manera más armónica posible. Las esencias florales son una de esas tantas manifestaciones que la divinidad ha puesto al alcance de nuestras manos.


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