Se acerca la ola.
Con C de creciente
y su zurcido visible
se cose a sí misma.
Enorme silencio
plateado de mar.
¿Se puede viajar a la Luna de día?
Se trepa y nos bendice.
Y se mece y acuna,
y amamanta y envuelve,
y ronronea mi amada,
si mi pecho es su almohada,
y se calma en su luz.
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