El planeta regente del duodécimo Signo zodiacal encarna
aristas por demás conocidas por la mayoría de los aficionados a la Astrología.
Lo relacionamos a todo estado de confusión, falta de
claridad, a lo que se “evapora” con facilidad, sea de manera concreta (como los
alcoholes) o simbólica. A lo onírico, el sueño profundo, a las idealizaciones
de todo tipo. A toda clase de engaño, estafas y mentiras. Pérdida de
consciencia, a través de la meditación, drogas, anestesia, un desmayo...
Tengo la sensación de que nos resulta menos evidente la
capacidad que tiene Neptuno para obrar como una especie de ángel guardián, de
protector celestial, de amorosa energía divina que acude a nosotros como una
bendición inesperada…
Su transitar es lento, y esa puede ser una de las razones
por las cuales nos cueste tener un registro más acabado de su desempeño en el
sentido recién expuesto. También, el hecho de que actúa de una manera muy pero
muy sutil… Será por eso mismo que lo vemos en ese rol sólo en situaciones
bastantes puntuales, en tránsitos sobre planetas natales importantes, o en
espacios específicos dentro de una Revolución Solar o carta anual.
A fines del año pasado, viviendo aun en la provincia de
Misiones, habitaba un departamento que había presentado muchos inconvenientes
de todo tipo, y se me hacía imperioso irme de ahí. Dos amigas que había
conocido poco tiempo antes, enteradas de mi situación y sin que yo les haya
pedido nada, hablaron inmediatamente con la dueña del condominio en donde
vivían para que la misma me reservara una casa que estaba libre, y así conseguí
mudarme. En ese preciso mes de mi Revolución Solar, Neptuno, desde la Casa Xl
de los amigos, le hacía un trígono a la Luna, que estaba en mi Casa lll, siendo
en esa ocasión la regente de la IV…
Hace poco tomé conocimiento de varias vivencias de un
excombatiente en el conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido de Gran
Bretaña por las Islas Malvinas. Una de las cosas más llamativas y relevantes de
su relato fue que en todo momento se había sentido completamente protegido por
algo “superior”; jamás se vio en la necesidad de tener que efectuar un disparo,
y regresó de esa contienda sano y salvo. Durante ese periodo Neptuno estaba,
por tránsito, justo arriba de su Luna en Sagitario en Casa Xll natal.
En pleno seminario sobre Revolución Solar analizamos con una
alumna, paso a paso, su carta anual anterior, ya que ella ya sabía lo que había
sucedido, y de esa manera podíamos corroborar cómo esos hechos se manifestaban
en la cartografía. Era de libro ver cómo, recorriendo Casa tras Casa, se veía
claramente la situación correspondiente… En una bonita cuadratura entre Urano y
Marte, había tenido una violenta discusión con su pareja… Meses después,
llegando a la Casa en la que se encontraba Neptuno, haciendo un trígono con
Venus, se habían reconciliado…
Me pregunto qué relación tendrá con todo esto el hecho de
que Júpiter (hasta tanto Neptuno fuera descubierto en el Cielo) era el regente
de Piscis, toda vez que es el planeta asociado, indefectiblemente, a la
bienaventuranza, la generosidad y la expansión, y que su posición natal en la
Casa Xll pisciana es considerada como la presencia permanente del Ángel de la
Guarda en la vida del afortunado nativo…
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