domingo, 20 de mayo de 2018

ASCENDENTE EN VIRGO, LA LIMITACIÓN PERTINENTE.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Del mismo modo que lo expresé en la entrega anterior referida al Ascendente en Leo, a partir del conocimiento astrológico podemos resignificar muchas de las vivencias por las que hemos atravesado.

En ese aprendizaje era imprescindible no ser mirado en los primeros años de existencia, para que esa situación, desde todo punto de vista dolorosa en el plano emocional, fuera la que llevara a la persona a lograr su lugar de centro a lo largo de su Vida.

En el caso del recorrido virginiano lo que aparece muchas veces es concretamente, en la infancia, una dificultad o limitación en el plano de lo corporal; la imposibilidad de expresarse desde la intensidad del elemento fuego estaría a favor de que el nativo se sumerja en los mundos interiores y “pequeños” que Virgo representa.

No siendo el caso de la mayoría de las personas con este recorrido existencial por delante, es muy común entonces que en sus primeros años de vida hayan experimentado alguna restricción; pudo haber habido alguna cualidad artística, creativa o intelectual relevante, que por algún motivo los padres no pudieron estimular en el niño. La otra escena típica es haber nacido en un hogar con cierto buen nivel económico, y más tarde presenciar cómo los padres ya no podían hacer frente a sus deseos, debido a una nueva y más limitada realidad material.

Hace unos días conjeturábamos con una alumna muy apreciada por mí, con Ascendente en Virgo precisamente, si acaso este no era uno de los más difíciles de asimilar. La memoria inconsciente de su Casa XII leonina lo estaría complicando todo. “Qué difícil debe ser asumir que en esta encarnación ya no se es un Rey o una Reina!!”, comentamos entre carcajadas…

Lo que esta persona eligió aprender es la “restricción”. Estos individuos han de comprender que saltarse etapas no es lo de ellos. El intestino regido por Virgo procesa los alimentos, y discrimina lo nutritivo de aquello que ha de ser desechado. Esta digestión lleva un tiempo determinado, no siendo la voluntad humana la que tiene potestad sobre ese ritmo.

Por otro lado, el sexto Signo zodiacal nos habla de sistema. De que sea lo que hagamos, siempre estamos formando parte de un sistema en donde hay otros implicados.

Así como es probable alguna minusvalía física congénita, la “enfermedad” puede aparecer en cualquier momento como escena de destino, cuando estas personas pretendan ir más rápido que lo que este aprendizaje recomienda, no ocupándose de los detalles, o cuando se pongan excesivamente auto afirmativas lanzándose de manera impulsiva en busca de una expansión ilimitada. Dolencia física que los estaría invitando a aquietarse.

Otra de las formas que encuentra la consciencia de estos nativos para regresar a lo “pequeño” y al orden es mediante la quiebra económica, o situaciones de extrema limitación monetaria. Hasta tanto vayan pudiendo comprender el verdadero mensaje que encierra Virgo, vivirán con la sensación de que el destino los persigue con limitaciones y restricciones que los obligan a achicarse…

Nunca nuestro crecimiento o toma de consciencia se da por simultáneo en todas las áreas de nuestra vida, pero podemos inferir que quien tenga el Ascendente en Virgo estaría pudiendo incorporar esa cualidad de manera sustantiva si vemos que, por ejemplo, con el correr de los años adquiere el hábito de tener sus propias finanzas ordenadas, o se toma tiempo antes de decidir algo importante.

Otro síntoma en el mismo sentido es verlos desempeñarse en tareas tales como contadores públicos precisamente, médicos, o cualquier otra actividad dedicada al cuidado y acompañamiento de los demás, el tan mentado y bello servicio virginiano.


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