Por enésima vez reitero este axioma, que mucho más que una
frase de cabecera es una verdad irrefutable y empírica: “Cualquiera de las 12
energías zodiacales que no asumimos como propias, se presentará en nuestra vida
de forma externa, sea en personas que la encarnen, o en sucesos”.
Gandhi fue un personaje importante de la historia del Siglo
XX. Lo que hizo a favor de la independencia de la India de la Corona británica
fue sumamente valioso, siendo reconocido, además, como un gran maestro y
mensajero de la Paz.
Es precisamente en este punto en donde me quiero detener.
Siguiendo con el enunciado del concepto arriba expuesto, entiendo que este buen
hombre pagó un precio muy alto por su adhesión un tanto extrema al “pacifismo”.
Nadie muere atravesado por el impacto de una bala si no es
porque a lo largo de su existencia ha tenido un conflicto no resuelto con su
propia violencia. John Lennon es otro caso paradigmático de “pacifismo”
exacerbado…
La contextura corporal de Gandhi no mostraba, precisamente,
muchos rasgos de ser alguien consustanciado con la energía marciana. Y lo que
es peor, una de las formas que adoptaba su protesta en contra de la dominación
británica, eran las sucesivas huelgas de hambre en las que incurría.
Una persona mal alimentada o directamente no alimentada está
entrando en contacto o coqueteando con la muerte. Freud habló de dos instintos
básicos que atraviesan a la Humanidad: el instinto de Eros, ligado a lo vital y
al deseo, correspondiente a la energía ariana, y el de Tánatos, o muerte, que
podríamos relacionar con alguno de los rasgos menos lúcidos piscianos.
La inacción permanente bien puede generar en los otros una
impaciencia e intolerancia importantes. La persona que nunca hace nada, crispa.
Y esa crispación, llevada al extremo, puede derivar en un acto de suma
violencia.
Sabe Dios por qué las figuras de los “pacifistas” extremos
tienen tan buena prensa en el mundo, o al menos en Occidente. Claro está que a
nadie que esté en sus cabales le gusta vivir en, ni promueve la violencia como
método vincular…
Algo de esto expuse en una nota que escribí hace unos meses,
titulada “LA ESTAFA ESPIRITUAL”. El ingreso de Neptuno en Escorpio alrededor de
los inicios de la década del ’60 del Siglo pasado ha hecho que un gran número
de “empáticos” encontraran refugio y escapismo importando de Oriente filosofías
de vida que se llevan a las patadas con los aprendizajes que tenemos que hacer
los occidentales…
Pero si en verdad nos da asco ver tanta violencia a lo largo
y ancho del planeta, sería fabuloso que comprendiéramos de una buena vez que en
cada ocasión que renunciamos a poner un límite, que renunciamos a tomar
contacto con nuestros deseos, y que nos negamos a autoafirmarnos de manera
ariana, convocando al arquetipo del Guerrero/a a que nos habite, estamos
dejando la puerta abierta para que alguien más ponga en circulación la peor
cara de la energía marciana.
Todos somos responsables de las barbaridades que nos
revuelven las tripas en los periódicos o en cualquier medio de comunicación: o
nos hacemos cargo de la violencia que habita en nosotros, o si, por el
contrario, en nombre de algún falso concepto de “espiritualidad” nos seguimos
viendo a nosotros mismos como almitas puras, sensibles y luminosas, estaremos
llamando a los gritos a esas manifestaciones que tanto decimos rechazar.
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