© Justo Félix Olivari Tenreiro.
En todo hogar, en toda familia, cada integrante de la misma
ocupa y cumple un rol.
Esto se hace más patente cuando en ese núcleo existe más de
un hijo, o sea, cuando algunos de esos roles los cumplen diversos hermanos.
Entonces, si me ha tocado encarnar el papel de la “oveja
negra” de la familia, y algun@ de mis herman@s es el responsable, el estudioso,
el que gusta sociabilizar con todas las tías, abuelos y primos, mientras yo me
resisto sistemáticamente a elegir esa forma de aburrimiento, es muy probable
que el resto de mi vida la exprese y experimente desde ese rol de “díscolo”, proyectando
en muchas personas de mi entorno laboral, social, y hasta amoroso, la
representación de la encarnación de lo “prolijo” y bien visto, convencido de
que no puedo hacer otra cosa más que lo que me “tocó en suerte”…
Esto es, en lo más profundo, una bonita ilusión.
Géminis es, por definición, un despliegue. Algo está
dividido, escindido. Entonces, a cada uno de los gemelos le corresponde actuar
diferentes matices o arquetipos. Pero en la panza de mamá, era uno sólo el
útero que los acogía, y a la hora de nacer, seguro con muy pocos minutos de
diferencia, ambos tendrán Cartas Natales similares…
Si salir de ese espejismo es sumamente importante para
cualquier ser humano que se haya visto envuelto en un despliegue similar al
descripto, sea con hermanos o con un amigo íntimo que le jugaba su sombra, para
una persona con Ascendente en Géminis esto es de una importancia capital.
Entonces, lo que deberían abrazar como certeza estas
personas, es la profunda convicción de que sus hermanos tienen muchísima información
sobre ellos mismos. O sea, todo lo que admiré y/o envidié silenciosamente, o no
tanto, de ellos desde mi infancia, son cualidades, actitudes frente a la vida y
destrezas que están al alcance de mi mano. Que también me corresponden, sólo
que, claro, podré acceder a ellas si es que estoy dispuesto a hacer ese trabajo
de iluminación.
Y hablando de iluminar oscuridades varias, también podré
anoticiarme (si es que aún no lo he podido ver en mí), de mis mezquindades,
manipulaciones, egoísmos y demás bajezas cada vez que sienta aprensión al ver a
mis queridos hermanos actuar de alguna de esas formas…
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