© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Estudiante avanzada de Astrología, una mujer de unos 45
años, a la que llamaré simbólicamente Andrea, me consulta meses atrás.
Un aspecto de su carta me pareció relevante, sobre todo por
lo que surgió en la entrevista: la cuadratura entre Neptuno y Mercurio, siendo
el primero el regente de su Casa III, precisamente el área relacionada con la
comunicación y lo vincular, las mismas temáticas regidas por Mercurio…
A priori, ¿qué escenas externas y/o actitudes propias de
esta persona podrían ser gatilladas por ese aspecto? Además de lo más obvio,
como que esta mujer puede ser muy poco clara a la hora de comunicarse, podría
dar vínculos secretos y ocultos, alguien con un alto grado de deshonestidad, y,
eventualmente, ser estafada o ser ella misma la que se comporte como una
estafadora.
Andrea me relata de una relación paralela que mantuvo,
tiempo atrás, durante cuatro años con un compañero de trabajo, obviamente a espaldas
de su marido. Y muy indignada me cuenta que una compañera de trabajo, que
también tenía interés en su amante, traicionó la confianza que había depositado
en ella y le informó a su marido de este otro vínculo…
Ahora bien, ¿no es como mínimo un tanto paradójico que quien
está ocultando una relación paralela se sienta indignada porque alguien haga
también algo a sus espaldas?
Por si hace falta aclararlo, no estoy emitiendo juicio de
valor alguno sobre la conducta de Andrea. Sí es mi intención describir los
movimientos energéticos y los juegos de luz y sombra que esta cuadratura puede
despertar.
Toda persona que “sufra” una estafa tiene todo el derecho
del mundo a indignarse y de recurrir a la justicia para que esta se haga cargo
de retornar las cosas al equilibrio que nunca debió haberse perdido.
Pero una vez pasado el enojo, sería bueno que se preguntara
(si está en su intención evolucionar), qué parte de ella, qué aspecto de su
personalidad es el que se mueve en esa misma vibración energética… Qué tan
estafadora es…
Por último, Andrea me confiesa que en la actualidad estaba
vinculándose con otro hombre, y que, como algunas de sus actitudes habían hecho
enojar a su amante, tenía mucho miedo de que éste se lo blanqueara a su marido.
O sea, una vez más temiéndole a la expresión de su propia sombra…
Tal vez algún día pueda hacerse cargo de lo que proyecta.
Aunque de una obviedad importante, le dije: “Tené en cuenta que esa cuadratura
estaba presente al momento de tu nacimiento, está en tu carta natal, o sea,
varias décadas antes de que conocieras a la persona que te ‘traicionó’ o a las
próximas que puedan llegar a hacerlo… Esto es tuyo, esto te pertenece”.
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