© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Es mucho más habitual de lo recomendado que le entreguemos
nuestro poder a cualquier profesional que maneja alguna disciplina que nos
resulta ajena a nuestros conocimientos. Obviamente esa entrega de poder a los
astrólogos es moneda corriente.
Quien tenga más o menos trabajado su ego podrá, con
facilidad, devolverle esa proyección a sus pacientes/consultantes, invitándolos
a que, dentro de sus posibilidades, puedan participar activamente en el proceso
de descubrimiento de sus dudas e inquietudes.
Esa es mi intención respecto al Eclipse de Sol que se va a
producir el lunes venidero 21 de agosto. Las preguntas que a todos nos surgen
son muchas, y, como a la vez emerge mucha información sobre el mismo, esto
podría derivar en que nuestros cuestionamientos no se vean del todo zanjados.
En lo concreto, la Luna se va a interponer entre el Sol y la
Tierra (No importa si en tu región este fenómeno se observa a simple vista o
no; todos sentiremos la influencia de este suceso, sea donde sea que nos
encontremos). Por lo tanto, la luz que irradia el Sol se verá impedida de
llegar a nuestro planeta, y lo que sí recibiremos es una gran sombra, la que la
Luna estará proyectando en ese momento.
No hace falta ser un erudito en Astrología para descifrar lo
que esto significa. Si tenés al menos una mínima noción de lo que el Sol y la
Luna representan, podrás acompañarme en la descripción del desafío que tenemos
por delante…
La Luna es, en poquísimas palabras, nuestro pasado, o sea,
nuestro inconsciente, y aquello que está emocionalmente afectivizado. Y por un
rato no va a haber luz alguna que nos ciegue o que nos distraiga; no nos queda
más remedio que aceptar el hecho de estar envueltos en esa Sombra que la misma
nos impone… El Sol (lo consciente) la estará iluminando de manera directa por
un lado, pero lo que a nosotros nos llega es la invitación a sumergimos en esa
oscuridad…
¿Qué podría gatillar esta situación? Que, por ejemplo, te
veas actuando o reaccionando de una manera muy primaria, casi sin tu control
consciente, y que al rato te preguntes de dónde ha salido eso y por qué fue esa
tu respuesta emocional a determinado estímulo.
En nuestra más tierna infancia supimos cuál era el leguaje
que teníamos que aprender para ser aceptados y queridos por nuestro entorno en
general, no sólo por papá y mamá. Y lo que nos suele pasar, mientras vamos
trabajando y deshilvanando esos condicionamientos, es que cada vez que nos
sentimos vulnerables, tristes, solos o simplemente mal alimentados, recurrimos
cíclicamente, de manera muy inconsciente, a esas respuestas/mecanismos
emocionales tan cargados de afecto…
Nada para criticar, ni para preocuparte; la mejor cura a
todos nuestros padecimientos empieza por una mirada alerta, desapegada y sin
juicio alguno. Es una brillante oportunidad para aquietarnos exteriormente y
sentir así, con más atención, qué es lo que se está moviendo adentro nuestro.
Si conoces tu Carta Natal, tal vez te sirva saber que el
Eclipse se va a producir a 29° de Leo, para que así puedas rastrear en qué Casa
o área de vida esto pueda ser más significativo para ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario