jueves, 9 de marzo de 2017

UNA COREOGRAFIA SAGRADA.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

El estudio de la Astrología, pero por sobre todo la comprensión profunda de la misma, requiere de tiempo… Y mucha paciencia. La mayoría de los humanos no estamos entrenados para utilizar, al mismo tiempo, los dos hemisferios cerebrales. Entonces, o usamos la lógica racional, o nos perdemos en una nebulosa incapaces de discriminar la información.

Impartiendo seminarios sobre Revolución Solar (carta anual que se realiza tomando como referencia la fecha del último cumpleaños), comprobé cuánto cuesta integrar diferentes conocimientos. Comprender que lo que observamos cuando leemos los tránsitos planetarios sobre nuestra Carta Natal se ve reflejado en esa Carta anual, y que no son dos cosas distintas, no es algo que resulte evidente en principio…

“Tengo a Plutón transitando por mi Casa IV natal, y además, como si fuera poco, en mi Solar actual me cayeron cuatro planetas en la Casa VIII!!”, contaba una alumna.

Si desde que nací he tenido proyectada, por poner un ejemplo, la energía de Escorpio, y a los treinta y pico de años Plutón, su regente, pasa por mi Ascendente y se queda transitando mi Casa I (la del cuerpo físico y la “personalidad”) durante una década, todo ese proceso de toma de poder, de autoafirmación y de integración de la energía escorpiana, INDEFECTIBLEMENTE se verá reflejado en cada una de las sucesivas Revoluciones Solares.

Es una tarea sumamente interesante y muy recomendable tomar las últimas diez o quince cartas anuales para analizar los procesos que nos toca transitar.

Siguiendo con el ejemplo, esta persona podría tener en su carta Solar el Ascendente en Escorpio, al año siguiente muy poblada de planetas su Casa VIII (regida por Escorpio), posteriormente la Luna en ese Signo (la Luna en la Solar da mucha identificación con el Signo en donde cae), luego a Plutón en la Casa XII (lo que nos dice que es el fin de la forma en que la persona venía experimentando esa energía), al otro año el Sol en la VIII, y así sucesivamente… 

La Astrología es coherente. Y cuando nos cae la “ficha” de cómo se despliega esa sublime armonía cósmica, posiblemente sintamos un escalofrío recorriendo nuestro Ser. Los planetas danzan en una cadencia y consonancia pasmosas, deslizándose en una perfecta coreografía Sagrada…


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