UN POCO DE PSICODELIA…
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
En los primeros años de Vida de los que hayan elegido hacer
este recorrido nodal veremos con seguridad a un ser hipercrítico, súper
racional, con enormes dificultades para tomar contacto con el campo de lo
emocional, lo que incluye una empatía bastante pobre… Alguien que, por ejemplo,
frente a un planteo sensible y lacrimógeno de su novia podrá responder, con una
ceja levantada y en frecuencia monocorde: “Yo creo que eso que me estás
diciendo tiene que ver con un conflicto no resuelto de tu infancia…”.
Uno de los grandes temas del exceso de energía virginiana
es, además de esa crítica casi despiadada con los demás, una autocrítica
lacerante… Imposible que alguien que vive diciéndose las cosas más tremendas,
con un elevadísimo nivel de auto exigencia, no caiga en algo muy similar a una
depresión de vez en cuando…
Otra cuestión importantísima en Virgo es la seguridad. Tener
todo en orden, buscar lo previsible en sí mismo y en todos, son algunas de las
manifestaciones de esa “necesidad”. Es muy común ver a estas personas con mucha
rigidez corporal. No sea cosa que si me muevo mucho se me desordene la cabeza,
y que todo aquello que tengo milimétricamente acomodado en mi mente pueda
sufrir alguna alteración… La sexualidad puede resultar muy dificultosa en algunos
casos, precisamente por la entrega y el “caos” que implica, más allá de que no
haya un compromiso emocional en ese encuentro.
Posiblemente, al haber elegido aprender Piscis en esta
encarnación, mientras todavía está atrapado en ese laberinto mental, envidie
silenciosamente a aquellos que saben lo que significa “dejarse llevar”… A los
que pueden creer en la existencia de hadas y gnomos, a los que se sumergen en
una meditación, a los que se desarman en un llanto sin freno alguno, y a los
que simplemente disfrutan de escuchar música cómodamente recostados…
Dejar de preocuparse por todo, “bajar” de la cabeza e
incorporal a su experiencia vital otros aspectos de su Ser (lo afectivo
amoroso, la empatía y la sensibilidad), son los más grandes retos para ellos.
Una muy buena herramienta hacia esa integración la puede
otorgar alguna actividad corporal no ligada a esfuerzos ni resultados; si bien
tiene sus bemoles que no viene al caso comentar ahora, Biodanza es altamente
recomendable para salir de la cueva de la mente; una actividad grupal en donde
la palabra está vedada, donde la consigna es expresarse sólo a través del
movimiento corporal, y en donde se trabaja muchísimo el contacto físico
afectuoso con los compañeros.
También aprender a leer el Tarot, las Runas, la borra del
café o lo que sea que lo ponga en contacto con el hemisferio derecho de su
cerebro, esa fabulosa puerta hacia el océano del Inconsciente Colectivo, y los
mundos mágicos, etéreos y simbólicos.
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