YO DESEO, TU DESEAS, NOSOTROS DESEAMOS…
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
“¿Se puede concebir la vida de otro modo que no sea el de
seguir mis deseos y mis impulsos a cada instante, tomar mis decisiones sin
consultar a nadie y ser completamente libre e independiente?”. Probablemente
quien en esta existencia tenga el Nodo Norte en Libra o en la Casa VII haya
visto, en su historia lejana, con cierta perplejidad a aquellos que se
entregaban y permanecían en relaciones más o menos estrechas…
Es posible que comience a cuestionarse la temática vincular
a partir de que, aquello que en vidas pasadas era uno de sus tesoros más
preciados ahora le empiece a pesar: la soledad. Esta podría ser la catalizadora
para que vaya ondulando entre los resabios de orgullo, narcisismo y vanidad y
su natural tendencia individualista y autosuficiente, y el apremio por ser
registrado y reconocerse a través de la mirada de los otros.
Darse cuenta que necesita de esos otros será un paso
importantísimo en sí mismo, para encontrarse luego con que la idea de pedir
ayuda le resulta muy movilizante, al experimentarla como debilidad y
dependencia. Abrirse a escuchar a los demás lo sentirá como un posible
impedimento a su propio progreso y “éxito”, tan arraigado está su espíritu
competitivo, en donde casi siempre el prójimo es un rival al que hay que
derrotar…
El Signo de Libra, regido por Venus, representa el principio
receptivo de registro de las necesidades y deseos de los demás. En definitiva
lo que está en juego en la consciencia de las personas con este Nodo Norte es
la lucha entre los fundamentos “masculinos” y “femeninos”, y las posiciones y
aspectos tanto de Marte como de Venus en su Carta Natal nos podrían dar
indicios de cuán facilitado está ese trabajo de integración, o no.
Seguramente con el paso del tiempo y con cierto grado de
madurez vaya aprendiendo, de a poco… A tomar nota de las consecuencias de sus
acciones antes de emprenderlas!! La escasísima voluntad reflexiva de quien
posee mucha energía ariana lo lleva a actuar impulsivamente, y luego ver qué
pasa… Bueno, en esta encarnación se verá casi que forzado a analizar
previamente lo que va a hacer, y las consecuencias que eso pueda tener para sí
y para los demás.
Siempre es mejor emprender un aprendizaje desde la toma de
consciencia a esperar que “el destino” nos responda poniéndonos límites
traumáticos. En este caso en particular recorrer este camino con la mayor
lucidez posible es fundamental; cada vez que esta persona sea incapaz de
registrar el deseo y la libertad de los demás recibirá respuestas del “afuera”
que lo pondrán en contacto con sentimientos de enorme frustración.
La Vida ES vínculo; y cuando lo pierdo de vista, cualquier
daño que le hago a los demás, también me lo estoy haciendo a mí mismo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario