RELIGIONES SIN MOTIVO.
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Podemos suponer que quien tiene en esta encarnación el Nodo
Sur en Sagitario o en la Casa lX ha estado ligado en vidas anteriores a alguna
religión o a cualquier otro movimiento en donde la aceptación incondicional de
un dogma fuera una de las premisas para pertenecer al mismo.
Si su Alma eligió nacer con el Nodo Norte en Géminis o en la
Casa lll escogió aprender a poner en duda lo dicho por los demás, a discutir
las supuestas “verdades supremas”, a no dar nada de lo dicho por hecho…
Como ya lo expresé en la primera entrega, el aprendizaje del
Nodo Norte no es precisamente algo que se resuelva con un par de años de
terapia… Aun habiendo hecho un trabajo muy consciente a lo largo de nuestra
Vida, nos sorprenderemos más de una vez pisando el palito y moviéndonos desde
la memoria del Nodo Sur.
En los primeros años de existencia es común y normal que sea
este último el que se exprese con mayor fuerza: en el caso que nos compete hoy,
quedarse fascinado por cuanta religión encuentre a su paso es algo muy habitual
en estas personas. Fascinación que durará más o menos tiempo hasta que el muy
inquisidor de Géminis empiece a hacer y a hacerse preguntas incómodas tanto
para los acólitos y guías de ese culto como para sí mismo.
Hace unos meses una consultante con este eje nodal me contó
que lo que había devorado en sus tiempos de juventud, sin desmenuzar en lo más
mínimo, había sido la teoría marxista. “Recién hace unos años empecé a poder
cuestionar algunos tópicos”.
También es muy común que una vez hartos de las religiones
sigan buscando que alguien les diga cómo vivir, cuál es el camino “correcto”;
que reemplacen la palabra “sagrada” por los dichos de algún que otro
“iluminado” o “maestro” que bien guste dar cátedra sobre la mejor forma de
alcanzar la inmortalidad, la iluminación o la felicidad eterna.
Con el paso de los años seguramente irá perdiendo ese
deslumbramiento por toda esa clase de “guías”, con la consecuente dosis de
desilusión y sensación de vacío… Dejar atrás ese aspecto sagitariano un tanto
maníaco y negador ligado a la “fe”, la "esperanza” y el optimismo extremo
tiene sus consecuencias. “Buscador, cuando abandones la búsqueda verás que no
había nada que buscar”, dijo alguien cuyo nombre no recuerdo...
Entiendo que para llegar a este punto tendrá que haber hecho
un trabajo exhaustivo para redimirse de la culpa (temática que está casi
indisolublemente ligada a los mandatos y creencias religiosos): cerrar sus
oídos a verdades absolutas prestadas y limitarse a buscar las respuestas sólo
en lo más profundo de su Ser requiere, además de mucho coraje, una profunda
conexión con el sentimiento de libertad.
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