miércoles, 15 de marzo de 2017

NODO NORTE EN CAPRICORNIO O EN CASA X (NODO SUR EN CÁNCER O EN CASA IV).

SUBIENDO LA CUESTA.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Una ama de casa sensible, empática, amante de la cocina, nutritiva, acogedora, redonda, madre de sus hijos y de todo aquel que se abriera a dejarse alimentar por ella. O un varón tal vez con Luna en Cancer, que fue tratado por su madre como niño durante las primeras seis décadas de su existencia, aproximadamente.

Vivencias y escenarios previsibles de vidas anteriores en quienes en esta se verán desafiados a salir a ver de qué se trata eso que está allá afuera, el mundo de las formas, el laboral-profesional, lleno de obstáculos, de frialdad y durezas varias.

Si Cancer es la simbiosis, en esas encarnaciones anteriores la aprobación del clan era determinante a la hora de tomar decisiones. El problema es que ahora, en esta mi nueva Vida, en algún momento tomaré contacto con la necesidad de experimentar la realidad por mí mismo, corriendo el riesgo de equivocarme, asumiendo eso con responsabilidad; entonces, aquellos que antes formaban parte de mi refugio regresivo, los viviré y experimentaré ahora como una carga que no sé muy bien cómo sacarme de encima…

La palabra clave en estas personas es MADURAR. Saturno (Capricornio) nos muestra la Realidad tal como es. El mundo canceriano (Luna) está íntimamente ligado a mis sensaciones, emociones y a mis particulares percepciones, o sea, al hecho de observar y definir las situaciones y a las personas con un alto grado de subjetividad, muchas veces relacionada a mundos ideales en donde no hay aristas que me puedan dañar ni incomodar.

Lo complejo es que la memoria de la familia, y más precisamente el registro de haber tenido siempre el apoyo de papá y mamá, hará que en esta encarnación me la pase buscando padres y proyectando ese rol en cuanto ser humano se me cruce en el camino, pretendiendo que los mismos me sostengan emocionalmente, económicamente, etc. Entonces demoraré o sencillamente esquivaré las responsabilidades todo el tiempo que sea posible con tal de seguir en el papel existencial de hijo.

Es bastante habitual que las mujeres con los nodos dispuestos de esta manera pasen mucho tiempo buscando una figura masculina muy fuerte, de características paternales. En los varones, la paternidad puede ser una experiencia muy fuerte y exigente por un lado, pero muy enriquecedora. Y más allá de sus propios hijos, poder representar ese rol arquetípico en cualquier relación, la del sostén y/o el proveedor, seguramente los acercará a sentimientos de plenitud. 
Una vez alcanzada cierta maestría en la energía capricorniana, si logran dejar atrás la tendencia a la hipersensibilidad emocional, podrán ser grandes planificadores, metódicos y detallistas, pudiendo poner esas cualidades al servicio de los demás.



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