¿ME QUEDARÉ SOLO?
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
“¿Se ve algo de vidas pasadas en una Carta Natal?”.
Si lo que quieres saber es si en encarnaciones anteriores
fuiste Cleopatra o Napoleón, pues estamos en problemas…
El Nodo Sur y su ubicación en el mapa natal por Signo y por
Casa o área de Vida nos habla a las claras de la forma en la hemos
experimentado la existencia, de nuestros usos y costumbres en tiempos remotos.
Con ese Nodo Sur en Libra o en la Casa Vll está más que
claro que hemos vivido tan pendientes de los deseos de los demás, que nos hemos
perdido tanto en la mirada ajena y en su aprobación sobre nuestras conductas y
actos, al punto de que nuestra conexión con nuestros deseos más profundos
quedara totalmente desdibujada…
“¿Qué se espera de mí?”, sería seguro la pregunta recurrente
que rondaba en nuestra mente antes de emprender cualquier acción.
Que un Alma haya decidido encarnar ahora con el Nodo Norte en
Aries o en la Casa l implica que estará a lo largo de toda esta Vida haciendo
un aprendizaje sobre su independencia, su capacidad para tomar decisiones de
manera autónoma despojándose de la tendencia a consultar a medio mundo en busca
de consentimiento, y que tendrá que aprender a descubrir qué es lo que desea y
a poner en marcha las acciones pertinentes para satisfacer ese deseo.
Pero básica y principalmente lo que tendrá que superar una
persona con este eje nodal es su pánico, posiblemente no del todo consciente, a
quedarse solo…
No es una tarea fácil liberarnos de algo que está muy
arraigado en nuestro inconsciente como lo son las vivencias del Nodo Sur.
Pero en este caso en concreto, posiblemente luego de ir y
venir varias veces a lo largo de su Vida de un polo al otro de este eje, esta
persona compruebe que puede dejar atrás su no muy sana costumbre de estar
acompañado a expensas de su individualidad y de la libre expresión de sus
deseos.
Y que a la real o aparente soledad que pueda acarrear el tomar
decisiones que no estén en sintonía con el deseo o la aprobación de la mayoría,
le seguirá por cierto un período de encuentro con los otros desde un lugar de
inédita autenticidad, y con una profunda sensación de libertad hasta entonces
no experimentada.
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