Algunas consideraciones sobre la saga de los Nodos Lunares
que voy a compartir.
© Justo Félix Olivari Tenreiro.
Es altamente probable que alguien que lea algunas de las
notas que voy a subir sobre los Nodos se sienta muy poco identificado o casi
nada con la descripción del suyo.
Lo que tenemos que tener en cuenta es que cada vez que
analizamos un aspecto de nuestra Carta Natal para estudiarlo, estamos haciendo
una disociación un tanto brutal.
El mapa astral es de una complejidad mayúscula, y otros
costados del mismo podrían ir en dirección opuesta a la del aprendizaje del Nodo.
Otras energías nos podrían estar dando una caracterología completamente
distinta a la memoria que traemos del Nodo Sur. Es más, ese mismo eje nodal
puede recibir algún o varios aspectos planetarios que le estarían dando una
tonalidad distinta.
Y a esto hay que sumarle que, a Dios gracias, los seres
humanos crecemos, aprendemos de nuestros errores, evolucionamos, nos vamos
dando cuenta de las cosas, cambiamos con el correr de los años!!
Un error que observo con bastante asiduidad es el de
analizar la Carta Natal de una persona de mediana edad, y sacar conclusiones a
partir de lo que se ve en ese mapa… Como si la persona no hubiera hecho nada
con todo eso!!
Dar por sentado que un individuo de 40 y tantos años está en
el punto cero de su aprendizaje de su Ascendente o de su Nodo Norte o de lo que
sea es una subestimación enorme… A medida que vamos trabajando con nosotros
mismos, con nuestras sombras, y que despertamos a nuevos estados de consciencia
sobre lo que hemos venido a aprender, ese mapa natal va quedando
“desactualizado”.
El trabajo que estoy haciendo sobre los Nodos tiene la
intención de aportar un poco de Luz sobre una temática no muy extendida, y sobre
todo, un aprendizaje bastante complejo, si no el más, de toda nuestra Carta
Natal, pero de ningún modo es mi intención que sea usado para estigmatizarnos
ni para hacer eso con alguien más.
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