viernes, 11 de septiembre de 2015

LA SOMBRA LIBRIANA DEL “PRIMER MUNDO”.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Aquellos que a lo largo de esta Vida estamos aprendiendo a familiarizarnos y a sentir como propias las energías de Aries y Escorpio hemos pasado seguro por experiencias dolorosas, traumáticas y desgarradoras, toda vez que al tener esas energías en sombra las mismas se hicieron presentes en circunstancias y personas externas que nos anoticiaban sobre lo que teníamos que practicar.

Posiblemente la mayoría de los que hemos “padecido” a personas con alta carga de energía escorpiana “mal aspectada”, esto es, manipuladores, extorsionadores y hasta algún que otro ser con características psicopáticas, hemos creído y pensado que ellos tenía una Vida más fácil que la nuestra, al no tener que enfrentarse con semejantes desafíos y aprendizajes. Desde el dolor que esas vivencias nos han dejado, seguro creímos que nada podía ser peor que tener proyectado a Aries y Escorpio…

Hoy en día una parte importante de la realidad social planetaria nos desmiente; y nos recuerda, una vez más, y en esta oportunidad de una manera tan clara como atroz, el viejo axioma: “Nadie puede escapar de su destino (sombra)”. Sí, aunque nos parezca menos complejo y doloroso a prori, proyectar una energía “suave” como la de Libra nos puede traer también enormes dolores de cabeza…

El llamado Primer Mundo económico ha usufructuado de manera salvaje, a lo largo de la historia, los recursos humanos y materiales de países pobres o “en desarrollo”. El continente africano y su actualidad social y económica tal vez sea el escenario que mejor resuma lo expuesto.

Apropiarse de la energía ajena es un acto vinculado a la energía escorpiana en su peor expresión… Apoyar dictaduras salvajes, despóticas y sangrientas a favor de intereses económicos también… Utilizar a los habitantes de una región para hacer experimentos con medicamentos que necesitan ser probados antes de ser puestos en venta en países “civilizados” nos habla de lo mismo. Y así tanto más…

La Europa rica e ilustrada se está viendo en la obligación de aceptar que no le ha ido muy bien que digamos con sus políticas “escorpianas”, toda vez que desde hace años cada día decenas de miles de inmigrantes africanos llegan a sus costas en búsqueda de una Vida más o menos digna, convirtiéndose todo esto en una tragedia humanitaria cotidiana.

Ese “otro”, esos otros distintos, extraños en sus costumbres, idioma, idiosincrasia y color de piel (Libra, para la Astrología), que no habían sido tenidos en cuenta a lo largo de la historia y a la hora del goce y del apetito desenfrenado, son hoy, ni más ni menos, que la expresión de la sombra que Europa y todo el mundo “occidental” proyectó.

En un mundo ideal, Escorpio debería incluir a Libra, toda vez que lo sucede en la rueda zodiacal. Pero la Humanidad no parece, todavía, haberse percatado de esto, y expresa la peor cara de una energía escorpiana que en verdad le resulta muy complejo comprender.

Proyectada durante siglos la energía de Libra, la misma irrumpe en la actualidad con una fuerza más propia de su opuesto complementario Aries, y estalla en la cara de una sociedad que se ve aterrada, confundida, anonadada por lo que sucede, teniendo respuestas empáticas muy pobres todavía, en la mayoría de los casos.

Libra y su mirada amorosa e inclusiva con el distinto y diferente, el incansable mediador para que todas las partes implicadas queden satisfechas, grita, en la presencia de cada inmigrante “ilegal”, ser abrazada y comprendida de una vez.

Cito a Eugenio Carutti*: “Visto desde Libra, todos los seres cooperamos en el compartir de la Vida, querámoslo o no. La ley del equilibrio está por detrás de todas nuestras relaciones imponiéndonos su presencia reguladora como una fatalidad…”. 

*Ascendente en Libra, del libro “Ascendentes en Astrología”.


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