domingo, 29 de marzo de 2015

SAGRADO DESGARRO...

© Félix Olivari Tenreiro.

No sé a ustedes… Pero a mí ciertas situaciones críticas, dolorosas, me llevan y me han llevado a lugares muy hermosos, de mucha apertura afectiva y emocional.

Claro que no propongo ni promuevo una vida de sufrimiento; sólo que a veces caigo en la cuenta que el mayor sufrimiento que me puedo proveer es el de vivir a partir de los supuestos, prejuicios y necesidad de control de mi ego… 

Es ahí cuando ese dolor “quiebra” algo en mí, y esa vulnerabilidad se convierte en la mejor de las bendiciones… Puedo entonces, por ejemplo, pedir ayuda cuando suele ser una de las cosas que más me cuestan hacer: por miedo, por arrogancia, por autosuficiencia… Puedo tomar contacto con el agradecimiento por todo lo que tengo, material, afectivo…

Y por lo que tuve: cada vínculo, cada relación que me nutrió, más allá de que también me haya llevado a lugares de desamparo, dolor, incomprensión, enojo, etc., pasa a formar parte de todo aquello que engrandece mi corazón, que derrama estas lágrimas, hermosos seres que a los que puedo abrazar silenciosamente cuando estoy pudiendo vivir desde la falta de lógica de mi mente, cuando esa vulnerabilidad a Dios gracias me ha alcanzado luego de haber bregado tanto por controlarlo todo.

No propongo ni promuevo una Vida de sufrimiento: pero si este inevitablemente llega, pues que su paso por mi existencia me deje el dulce sabor de haber abierto mi corazón y entregarme, cada día un poco más, a esa preciosa y sagrada energía universal de Amor y Abundancia…


No hay comentarios:

Publicar un comentario