© Félix Olivari Tenreiro.
“Al principio y al fin el Hombre está solo. Solo nace y solo
muere, y en su ser más profundo, solo está mientras vive”. D. H. LAWRENCE.
Días atrás les hablaba de Kirón, este planetoide que nos
dice, según su ubicación en nuestra Carta Natal, de qué tenor ha sido la herida
que todos tenemos y que, si bien no la podemos sanar nosotros mismos, sí nos da
muchas veces talentos y capacidades especiales que podemos volcar a los demás…
Veamos qué pasa cuando se encuentra en Aries o en la Casa l.
En este caso sencillamente lo que subyace, más allá de lo
consciente que sea de esto o no la persona, es el sentimiento de no tener
derecho a la existencia… Aries, con su regente Marte, nos habla de energía
primaria, libido, deseo, de espontaneidad, de vitalidad…
Entonces es muy común ver en todo el contexto de la Carta
Natal de la persona que lo que ha estado muy afectivizado en su infancia es la
responsabilidad, el deber, el logro… Dejando muy poco espacio para el juego y
para el “desorden” con el que todo niño tiene derecho a estar en contacto más
allá de las pautas sanas que sus padres le marquen…
La alimentación sujeta a horarios rígidos, la falta de
contacto físico, que le impongan controlar los esfínteres a una edad prematura
o cualquier otro método represivo de educación va creando en el niño la
convicción de que aquello que es y que quiere no es aceptable, y de que no
tiene sentido empeñarse en satisfacer sus deseos… Quedando lastimadas la
expresión espontánea de la pasión, la autoafirmación y la voluntad.
¿Qué talentos suele desarrollar una persona con esta
posición natal de Kirón? Una de las elaboraciones creativas de este
emplazamiento la encontramos en la posibilidad de capacitar y potenciar a otras
personas, de poseer una armónica mezcla entre acción y compasión, y gran
capacidad para tomar la iniciativa y ser sumamente innovadores, sobre todo
cuando está implicado el bienestar de otras personas…
*Fuente: "Significado y simbolismo de Kirón",
Melanie Reinhart.
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