© Félix Olivari Tenreiro.
Estando “atravesado” como estoy por estas épocas por una
enorme cantidad de energía uraniana, transitando y aspectando este de manera
trascendente mi Carta Natal, y siendo aspectado mi Urano natal, a su vez, por
planetas tales como Plutón y Saturno, debo confesar que estoy bastante contento
con la forma en que voy pudiendo asimilar ese energía tan distante, hasta
ahora, para mí…
Claro que antes de este disfrute actual, pasé por unos
“bonitos” ataques de pánico, literalmente hablando, precisamente un mes después
de mi cumpleaños, el que marcaba a Acuario como ascendente de la Revolución
Solar… Ataques de pánico propios de quien, como dije, vivió sus 47 años anteriores
muy alejado de esa energía, y abrirse de un día para otro a la misma no fue
moco de pavo para quien tiene Sol en Virgo y Luna en Capricornio, entre otros
tantos planetas en tierra…
De ahí mi alegría actual: superado el pavor que me daba
empezar a vivir no sabiendo cómo va a ser la Vida al día siguiente, pude
finalmente relajarme y fluir con el proceso.
Uno de esos tránsitos un “poquito” desestructurantes es el
de URANO HACIÉNDOLE UNA CUADRATURA A MI LUNA EN CAPRICORNIO NATAL. Posibilidad
de serios problemas en el hogar, con roturas varias, desperfectos, y todo tipo
de calamidades es lo que predice la Astrología que predice… La que va un
poquito más allá habla de necesidad de “libertad emocional”.
Bueno, ALGO de lo predictivo sucedió: se rompió un caño en
la mismísima cocina, la que se inundaba una y otra vez, ante mis infructuosos
esfuerzos por mantener el agua a raya. (La cocina y el elemento agua= la Luna).
Los plomeros hicieron bien su trabajo al día siguiente y la cosa no pasó a
mayores.
Ahora bien, el que sí se me ha retobado es… EL RELOJ DE LA
COCINA!!! Aajjaaaja!! El colmo!!
La idea de tiempo, de progresión temporal y del paso del
mismo está ligada a Saturno, el planeta regente de Capricornio, energía en
verdad muy distante de la de Urano-Acuario, en donde lo previsible no existe,
en donde la lógica de la secuencia 1, 2, 3, 4 se desparrama, y en la que ya no
podemos pronosticar si al tic del reloj le va a seguir un tac… (LUNA=COCINA; EN
CAPRICORNIO= EL RELOJ!!).
“Bueno, será cuestión de que le cambie la pila…”, pensé
cuando creí verlo detenido. “Lo pongo en hora con la pila nueva, y listo!!”...
Unas cuantas horas después entro en la cocina y lo veo haciendo su vida lo más tranquilo!!
Tal vez esa sería la hora de Kuala Lumpur en ese momento, o la de Mozambique,
vaya uno a saber!! Como vi que se habían movido sus manos, me dispuse a ponerlo
en hora otra vez…
Bueh!! El muy desafiante seguía funcionando pero haciendo lo
que quería!! Sus manos continuaban en movimiento, pero otra vez marcaba la hora
de vaya uno a saber qué parte del mundo, si era AM o PM… ESTABA EN REBELDÍA
TOTAL Y ABSOLUTA CON LA ENERGÍA SATURNINA QUE MOTIVÓ SU CREACIÓN!!!
Debo reconocer que me ganó más por cansancio (ya no estaba
en mis planes volver a cambiarle la pila y ponerlo en hora), que por
Conciencia… Por varios días lidié con el mal humor que me producía no poder
saber la hora mirando el reloj de la cocina, siendo que el más cercano está un
piso más arriba en la bohardilla.
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