© Félix Olivari Tenreiro.
“La mayor riqueza que da la Astrología es la de reconocernos
como únicos e irrepetibles, con nuestra especiales capacidades, potenciales y
desafíos a enfrentar. Y la posibilidad de comprender nuestras circunstancias,
las actuales, y las que nos trajeron hasta aquí.
Una persona con el Ascendente en Géminis tiene la
posibilidad de entender y tal vez re-significar gran parte de su Vida, cuando
se le explica por qué y qué sentido tiene el hecho no poco frustrante de que le
cueste o le haya costado tanto definir su profesión, después de haber recorrido
múltiples experiencias de aprendizaje, tal vez en los más diversos campos o
disciplinas.
Aquella con el Ascendente en Escorpio podrá enmarcar de otra
manera las seguro dolorosísimas experiencias que atravesó desde su nacimiento,
vinculadas estas con la muerte, el poder, el abuso, el mal uso o no uso del
mismo, el desgarro emocional, el quedar atrapado en amores imposibles, etc., si
entiende qué aprendizaje está implícito en todo esas situaciones que ha
transitado.
A los que tengan el Ascendente en Aries tal vez le resulte
muy útil comprender por qué han vivido desde la más tierna infancia rodeados de
personas y escenas violentas, y por qué les cuesta tanto desarrollarse de
manera independiente sin plegarse de manera casi incondicional al proyecto de
otro. Y así con el resto de los factores astrológicos.
Está claro que no podemos saber qué hará el consultante con
esa información; ahí sí tenemos que entregarnos al Misterio y soltar los
resultados, ya que por más explicaciones que demos, por más experiencias que
transmitamos, si el consultante logrará re-significar su Vida y darle a esas
experiencias más o menos traumáticas o incomprensibles un sentido trascendente
es algo que nunca sabremos si va a suceder, o no…”.
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