© Félix Olivari Tenreiro.
Cuando en una Carta Natal queremos indagar sobre las
diferentes texturas del ambiente emocional primario de una persona obviamente
vamos directo a ver la Luna.
¿Está demás decir que para tener una visión más completa
además de analizarla por su ubicación por Signo lo tenemos que hacer tomando en
cuenta también en qué Casa o área de vida está? Tal vez la única salvedad sea
que si está en Casa l la debamos leer como una experiencia propia de un
Ascendente en Cancer, más que una Luna en Aries…
Tampoco podemos soslayar los aspectos que la misma recibe de
otros planetas: así, por ejemplo, una cuadratura de Urano a la Luna deberíamos
comprenderla como la resonancia de una Luna en Acuario… Al respecto, mi
experiencia me dice que esto se manifiesta cuando tomamos aquellos aspectos
llamados “duros”, o sea la cuadratura citada, una oposición y una conjunción.
Agregar a esto la lectura de un planeta que habite la Casa
lV (Saturno ahí nos habla de un contexto emocional de similares características
al de la Luna en Capricornio), y también, en mi humilde opinión, hacer lo mismo
con los que están en Cancer, aunque éstos últimos no son tomados por algunas
corrientes.
Para tener en cuenta, además, el Signo en donde cae esa Casa
lV. ¿Qué sucede con la Casa X al respecto? Es acá en donde se plantean algunas
discusiones, en donde hay distintas miradas. Desde la que nos dice que sólo
podemos ver allí la profesión y otras cuestiones que la persona muestra y
ofrece al mundo, hasta la que nos cuenta que podemos observar en la misma la
relación del niño con la madre, y no con el padre, como podríamos inferir…
Más allá de cualquier teorización, he comprobado
empíricamente que también la Casa X nos da mucha información sobre cómo estaba
teñida a nivel emocional la infancia de esa persona.
¿Si la Casa X representa al padre o a la madre? Leí tiempo
atrás a Liz Greene afirmando que esa Casa nos mostraba el vínculo del niño con
la madre desde el momento en que por lo general es la relación más “visible”
para el “afuera”. En la práctica, tantas veces he “encontrado” a la madre del
consultante allí, como tantas otras al padre…
Como sea, revisando ambas áreas de Vida, la lV y la X y los
planetas que están en ellas, además de ver en qué Signo está el planeta regente
del Signo en donde comienza cada una de esas casas, junto con todos los
elementos anteriormente descriptos, tendremos una aproximación bastante cabal
acerca de qué ha sido lo que estuvo afectivizado en la infancia de ese ser y lo
que se esperaba que hiciera, mandatos muchas veces verbalizados, otras tantas
no.
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