viernes, 7 de diciembre de 2018

Último capítulo de la saga…

ASCENDENTE EN PISCIS, EL DESAFÍO DE LA ENCARNACIÓN.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Tanto aquellos que tiene el Sol, la Luna como el Ascendente en Piscis comparten, cada uno con sus bemoles, la misma vivencia existencial: una sensibilidad extrema.

Las mega metrópolis, salvo que el resto de la Carta Natal marque lo contrario, no fueron diseñadas para albergar ni contener semejante estado de ingravidez. Estos seres más bien deberían vivir en espacios naturales más parecidos a la bucólica pradera que habitaba la joven Heidi en compañía de su abuelito y de todos esos animalitos tan amorosos…

Como sea, el aprendiz de esta energía tan compleja se verá, en sus primeros años de vida, habitando mundos intangibles, en diálogo con energías y seres de toda índole, siendo incapaz, por un lado, de conceptualizarlos, y por otro, de compartirlos con alguien más, a sabiendas de que nadie, en su entorno, va a validar sus percepciones tan “subjetivas"...

La reacción del nativo suele ser, entonces, la de negar rotundamente todo contacto con cualquier cosa no “real” o tangible, en un intento por ser aceptado y formar parte del mundo de la gente “normal”. De todos los protagonistas del Zodíaco, los que más brutalmente se polarizan en su opuesto complementario, son precisamente los que cargan con esa alta carga de energía pisciana, mostrando y desempeñando las cualidades más primitivas y hasta absurdas de lo virginiano, en un torpe intento por encontrar algo de estructura que le brinde calma a la desquiciante vivencia de la no forma.

Abrazar Piscis y no morir en el intento, ese es el desafío que han venido a abrazar y trascender estos sujetos.

Si la pradera de Heidi no es posible de ser anidada, además de esa polarización exagerada en Virgo, la persona que experimente como intolerable semejante porosidad podría encontrar refugio en el alcohol, o en cualquier otra clase de alterador del estado de ánimo, como la comida, los estupefacientes, o, si otros indicadores del mapa van en esa dirección, la compulsión sexual.

Es fundamental que hagan algo con esas poderosas energías que tienen como recurso. Poner esa infinita compasión y capacidad empática a favor de los demás en su trabajo o profesión les dará un sentido a los padecimientos vividos y por vivir por su condición excesivamente vulnerable.

Darle un cauce a sus aptitudes psíquicas y mediúmnicas en la actividad que más deseen (Astrología, Tarot, borra de café, Runas, lectura de manos, etc.), es de una importancia casi vital, desde el momento en que la no fluidez de ese torrente energético suele volverse en contra de los dueños de ese canal, emergiendo así habituales trastornos físicos, cuando no psicológicos…

Indispensable, claro, que busquen toda la ayuda habida y por haber para transitar los días en el plano de la materia de la forma menos traumática posible, elementos que les den algo de estabilidad, protección y sensación de “estructura”: homeopatía, esencias florales, gemas, trabajos con visualización y hasta una alimentación adecuada que potencie el elemento Fuego en sus cuerpos.


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