© Justo Félix Olivari Tenreiro.
“Condición de fulgor en algún querer, que haya cambiado...”.
CIELO INVERTIDO. L. A. Spinetta.
A esta altura de los acontecimientos ya estarás al tanto de
que Venus está retrogradando, y que lo hace ni más ni menos que en Escorpio.
TODO el mundo está hablando de esto, y la mayoría de las personas con las que
hablé que están inmersas en algún vínculo afectivo-amoroso, están literalmente…
BROTADAS.
Seguro que cuando te enteraste de este acontecimiento celestial
lo primero que vino a tu mente fue, precisamente, la temática amorosa vincular.
Es sumamente común y entendible que asociemos a Venus con Libra casi
exclusivamente, cuando ese tan delicado y sutil planeta rige también a Tauro,
relacionado a la materia, el dinero, los recursos.
Entonces, para abarcarlo todo, hablemos mejor de “valores”.
Este tiempo de retroceso bien podría manifestarse como muy propicio para
reflexionar acerca de cómo manejas y manifiestas tus recursos, y cómo los usas
en función de la generación del dinero que necesitas para tu subsistencia. Cómo
está tu autoestima relacionada a tu desempeño laboral/profesional, si tus
acciones cotizan bien en tu mercado interno.
Pero más allá de darle una vuelta de tuerca a los asuntos
correspondientes al Signo del rumiante, esta vez sí es menester detenernos a
profundizar en lo concerniente a lo vincular, desde el momento en que, dentro
de este período que empezó el 6 de octubre pasado y que se extenderá hasta el
16 de noviembre, los últimos 15 días Venus estará desandando el tercer decanato
de Libra, precisamente…
Valor. Tanto un conjunto de cualidades por las que alguien o
algo es apreciado, como el coraje o el atrevimiento en el modo de actuar de una
persona.
¿Perdemos más a menudo de lo que nos gustaría nuestro valor
personal en pos de sostener falsas armonías? ¿Carecemos del coraje necesario
para hablar de nuestras necesidades y comunicar nuestros límites por terror a
gatillar el fin de la relación=abandono?
“Venus lo derrite todo, ya no es dulce”, es otra estrofa de
esa misma melodía… Venus en Escorpio, retrógrado, puede doler. Y mucho.
Múltiples posibilidades que podrían emerger pulsando fuerte. ¿Y si dejo de
hacer tantas concesiones, qué podría pasar? ¿Y si por una vez trato de oír lo
que mi pareja me viene señalando, y reviso mi inflexibilidad y falta de receptividad
ante sus planteos?
¿O acaso preferimos conservar pulcro e inmaculado a nuestro
ego antes que a nuestra Verdad?
"Corazón inmaterial que nada ve
y sin embargo
sabe en tus ojos toda la vida...", termina la canción.
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