lunes, 16 de octubre de 2017

TRÁNSITO PLANETARIO… ¿QUÉ ME VA A PASAR?

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Si soñar no cuesta nada, me permito hacerlo con que llegará el día en que tanto el aficionado, el aprendiz como el estudiante avanzado de astrología, y el público en general, comprendan que no hay pregunta más torpe para hacerle a un astrólogo del tipo: “Saturno va a entrar en mi Casa V, ¿qué me puede pasar?”.

Antes que nada, decir algo que para mí resulta de una obviedad cartesiana, pero según parece no seríamos muchos los que lo tenemos así de claro: sin ver ni analizar la carta natal en su TOTALIDAD, no hay forma de dar una respuesta responsable.

Y tampoco alcanza simplemente con ver ese mapa, por más que estemos diez horas analizándolo; si no hablamos con el dueño de esas energías para saber en dónde está parado en la vida, y qué ha podido hacer con los diferentes aprendizajes y desafíos que eligió en esta encarnación, sólo podremos elaborar muy frágiles hipótesis…

No es lo mismo que Saturno le transite la Casa V a una joven de veinte y pico de años con Ascendente en Leo, que lo haga en la misma Casa de una mujer de 43 años madre de dos hijos.

La primera, con ese Ascendente en Leo que le pide internalizar a lo largo de su existencia lo que significa ser “centro”, y que ese despliegue pueda incluir una genuina expresión lúdica y creativa, podría verse sumergida, durante ese recorrido planetario, en un profundo replanteo respecto a cómo se desenvuelve cuando está presente la mirada ajena, cómo se vincula con lo artístico y/o creativo a todo nivel, y cuán espontánea puede ser a la hora de mostrarse y salir al mundo. Todas las temáticas señaladas, correspondientes tanto a su Ascendente leonino como a la Casa V, precisamente el área de vida que trata los asuntos del 5° Signo del Zodíaco.

Pero una madre con una hija que está por terminar la escuela secundaria, con lo que eso representa en cuanto a dar un salto de madurez, y con otro hijo que está por empezar esa misma etapa escolar, en donde las exigencias serán mayores, se verá, seguramente, con el tránsito de Saturno por su quinta Casa, ante unos desafíos muy distintos a los de la joven del primer caso.

Una mujer con estas últimas características me consultó días atrás. Sabiendo los momentos por los que estaban atravesando ambos vástagos, le dije que lo que sentía era que muy probablemente ella misma se sintiera y se pusiera mucho más “saturnina” en su relación con ellos…

Me miró casi que con estupor, y luego de recobrar el aliento me dijo: “Es tal cual!! Yo misma me sorprendo de verme así, sobre todo con el más chico; siempre fui con él muy piscianamente protectora, pero ahora me llama la atención que me he puesto mucho más firme, ya no le puedo consentir todo, y le transmito que ya no puede darle lo mismo que le vaya bien o mal en un examen, que a partir de esta nueva etapa las cosas tienen que cambiar”.

La Casa V, para aquellos que no lo saben, también está ligada a este tipo de “creaciones”: los hijos.

Entiendo que no es necesario agregar mucho más a lo expuesto. Esto mismo podemos llevarlo al terreno de cualquier cuerpo celeste atravesando cualquier Casa o área de vida de nuestro mapa astral.

Y por último, otra verdad Suprema, que los al principio mencionados parecen olvidar cada vez que formulan una pregunta de ese estilo: CADA SER HUMANO ES ÚNICO E IRREPETIBLE. Pretender dar entonces respuestas uniformes sobre lo que se puede llegar a experimentar frente a un determinado estímulo, es de una ceguera y una torpeza extremas.


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