viernes, 7 de abril de 2017

SOÑAR NO CUESTA NADA.

A raíz de la charla sobre Astrología que la querida y respetada colega Gabriela Ciminieri va a dar en una Universidad, lo que representa todo un hito para nuestra amada profesión, sentí la necesidad de compartir esta nota que escribí tiempo atrás…

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

¿Llegará acaso el día en que la Astrología sea materia obligatoria en todas las escuelas secundarias del mundo y sus alrededores? (Me refiero a la evolutiva, esotérica o también llamada humanística).

¿Llegará ese día en que la misma sea tomada por gran parte de la Humanidad como lo que es, una excelente herramienta de “medicina preventiva”?

¿Lograremos, tal vez dentro de 50, 60 años o más, que la mayoría de los padres, así como llevan a sus hijos a vacunarse, consulten a un astrólogo para anoticiarse de cómo ayudarlos y acompañarlos mejor en su crecimiento y desarrollo?

Qué maravilloso sería que un adolescente con Ascendente en Géminis sepa que el descubrimiento de su profesión será, necesariamente, un recorrido sinuoso, que tal vez le lleve mucho tiempo, mientras va estudiando diferentes materias, hasta que todas ellas encuentren una coherencia en su Consciencia. Le evitaríamos así sentirse un inepto o una persona “inconstante”, como seguramente se juzgará a sí mismo o será juzgado por alguien más.

Tal vez no podamos evitar que quien tenga Ascendente en Escorpio se enamore perdida y desgarradoramente de alguien que no lo corresponda, que sufra la muerte de seres queridos desde muy chico, y que viva rodeado de personas manipuladoras en los primeros años de su vida, pero si comprende, a una edad temprana, que lo que vino a aprender es a apropiarse de su poder personal y a abrazar su propia “oscuridad”, tal vez no necesite estar en pareja 20 años con un/a psicópata para hacer ese mismo aprendizaje…

Lo mismo para quien vino a aprender de qué se trata Aries; seguro le llevará tiempo tomar contacto profundo con lo que desea y se pase entonces los primeros años de su existencia amoldándose a los deseos y proyectos ajenos, pero podríamos invitar a este ser, desde joven, a que despierte de manera consciente su propia agresividad, de modo que no necesite atraer en sus vínculos, constantemente, violencia física y verbal.

Y así con cada aprendizaje que cada niño haya elegido hacer en esta encarnación.

Soñar no cuesta nada…


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