martes, 4 de abril de 2017

LEYENDO EL MANDALA.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Sea en comentarios que recibo sobre una nota que escribí, la confesión de un alumno o en una conversación con alguien que está en proceso de aprendizaje, queda muy claro lo que cuesta, en principio, leer una Carta Natal en su conjunto. El arte, para nada sencillo, de usar al mismo tiempo ambos hemisferios cerebrales (el izquierdo, lo racional y analítico; y el derecho, lo que nos permite una mirada más holística) requiere de práctica, y paciencia…

Años atrás, con muy poco tiempo de diferencia, hice la lectura de sus respectivas Cartas a dos mujeres con Plutón en la Casa X, la llamada “de la profesión” o de cómo nos presentamos en el Mundo.

Una de ellas era una prominente, batalladora y agresiva directora de una repartición estatal; su llegada a esa área había movilizado de manera radical a las decenas de personas que estaban a su cargo, emprendiendo una tarea que logró integrar todas las regiones del país en muy poco tiempo.

La otra era una psicóloga que no lograba hacer pie en su profesión, con recurrentes problemas económicos. Con serias dificultades también a la hora de pelear por sus derechos al no poder reclamar de manera legal que el padre de sus hijos cumpliera con la cuota alimentaria de los mismos.

Más allá de lo que sepamos del consultante (muchas veces no contamos con información alguna sobre la persona al momento de ver la Carta), la única manera de inferir a priori cómo se ha venido vinculando con las diferentes energías es observando el mapa de manera integral.

La posición de los planetas por Casa y Signo, y la interrelación entre ellos nos daría la pauta de cómo, en este caso, cada una de esas mujeres se había podido vincular con su energía escorpiana-plutoniana. También su Ascendente, claro, y en dónde está y cómo está aspectado su regente.

Pero en definitiva la entrevista con el consultante nos terminará de confirmar si las hipótesis que nos planteamos estaban acertadas, o no. Que quede claro: él es el que tiene la última palabra, a menos que nuestro ego y nuestras inseguridades estén más preocupados por confirmar nuestras sospechas que a escuchar a ese ser humano que depositó su confianza en nosotros…

La enorme complejidad del mapa requiere que no disociemos determinado aspecto natal, por más relevante y transcendente que nos parezca en un principio, como la posición de Plutón en Casa X del ejemplo descripto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario