© Justo Félix Olivari Tenreiro.
La palabra semana viene del latín septimana (siete días).
Los nombres de los días provienen de los objetos celestiales que los antiguos
griegos veían moverse en el cielo.
Luego serían los romanos los que vieron una conexión entre
sus dioses y el cielo de la noche que iba cambiando según el día, y de este
modo empezaron a utilizar los nombres de esos dioses para los días de la
semana: Lunes (el día de la Luna, Selene para los griegos), Martes (el día de
Marte, para los griegos Ares), Miércoles (el día de Mercurio, que para los
griegos era Hermes), y así sucesivamente…
En verdad ignoro quiénes fueron (y no tengo ganas de
buscarlo en google), a lo largo de la historia, los que implementaron como
inicio de la semana “laboral” el día Lunes.
Quienes hayan sido, entiendo que no sabían mucho de
Astrología que digamos… O sea, de la íntima conexión que existe entre los
cuerpos celestes y lo que nos sucede a los habitantes de la Tierra.
La Luna, para la Astrología, es el planeta regente del Signo
de Cancer. Y ambos, astro y Signo, representan el principio de lo interno, la
noche, el sueño, la introspección, lo maternal, lo suave, lo que cuida, lo
sensible, el refugio, el pasado, la melancolía, lo femenino, lo receptivo…
¿¿Cómo es posible que iniciemos la semana de trabajo, que
nos tengamos que levantar de la cama y en gran mayoría de casos hasta
madrugando para ir a cumplir con nuestras faenas con semejante energía
reinante, sin experimentar eso como una carga, un tormento, un martirio o
padecimiento??
Damas y caballeros, a juntar firmas ya mismo para que la
semana laboral comience el día Martes, regido por el muy fogoso Dios de la
guerra Marte, que representa la energía y el instinto de una persona, su
coraje, determinación, el impulso espontáneo, la prontitud a la acción, etc.,
etc.
Hoy es lunes otra vez? Pues… A seguir durmiendo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario