jueves, 25 de abril de 2019

CUANDO LOS ARCANOS NOS MARCAN EL CAMINO.

© Justo Félix Olivari Tenreiro.

Cómo me gusta leer el Tarot!! Hoy tomé cabal consciencia de eso en medio de una entrevista con una amiga de hace muchos años.

¿Qué viene a buscar la mayoría de la gente en una sesión? ¿Podrás saber si tu ex volverá? ¿Si te llamarán de ese otro trabajo? Muy probablemente sí… O no. Dependiendo de lo que las cartas te quieran mostrar. (En definitiva somos eso, sólo lectores de lo que se revela frente a nuestros ojos).

Pero seguramente si me elegiste a mí (como a muchos otros tarotistas que pueden trabajar de esta misma manera), es porque tienes la disposición para escuchar otras cosas…

En el mejor de los casos, como la persona que atendí hoy, fue ella misma la que indagó sobre el origen de sus dificultades para relacionarse en pareja de un modo que la colmara. “Lo que veo es que desde la muerte de tu padre te hiciste cargo de tu madre desde un lugar tal vez un tanto culpójeno, como si tuvieras en tu nuca la mirada inquisidora de papá, respecto a cómo te vas a comportar con tu mamá, y eso te desgasta y termina interfiriendo en tus relaciones de pareja…”.

Puede que ese no sea tu caso, que, al menos en el plano consciente no tengas el menor interés en anoticiarte de lo que te haría bien sanar o revisar de tu historia… Pues de todos modos si hay algún mensaje para ti, te será dado.

Me ha pasado de ver el complejo vínculo que un hombre tenía con su progenitor, lo que le impedía desarrollarse en el plano económico-laboral, redundando esto en una relación de pareja que no terminaba de consolidarse, para malestar de la mujer que me consultaba.

¿Por qué pasa tantas veces que alguien indaga, por ejemplo, sobre su situación laboral, y lo que aparece está relacionado a otra cosa, supongamos al plano amoroso? ¿Por qué no responden de manera taxativa lo que el consultante preguntó?

Seguramente por que más allá del genuino interés de esa persona por saber algo sobre su trabajo, lo que la tenga más angustiada, más “tomada” en el plano emocional y mental, sea justamente esa situación sentimental. Ese campo emocional movilizado es el que está hablando, mudo en la boca del consultante, sumamente audible para los arcanos.

No pocas veces sucede que veo determinado suceso, para que quien tengo enfrente me responda algo como “Es tal cual lo que me relatas, pero eso me pasó hace catorce años!!”.

Las cartas de Tarot nos leen el inconsciente. Ponen sobre el tapete lo que no está pudiendo ser comprendido por la persona. Visibilizan lo oculto en ese presente, pero que puede haberse originado largo tiempo atrás, que “aparece” mágicamente para que nos encontremos con la realidad de que dicho suceso no está aun sanado, que todavía esa herida no dejó de supurar…

“Coincido con tu mirada; después de ese episodio de infidelidad, jamás he podido volver a formar pareja…”.

No me parece decididamente relevante que las personas se acerquen a una lectura de Tarot con el mero afán de que les “adivine” el futuro. Los benditos arcanos se encargarán de que se lleve el o los mensajes que le muestren el mejor camino a seguir.


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